Uno, dos, tres, cuatro… hasta 8 discos ha lanzado Joe Bonamassa desde que apareció el insípido Driving Towards the Daylight el año 2012. 8 discos en los que ha tenido tiempo de visitar su repertorio en solitario en lugares de renombre como el Royal Albert Hall o el Hammersmith Apollo, de pasarse al Jazz con toques Funk de Rock Candy Funk Party, de descarrilar en forma de fin premonotorio con Black Country Communion y hasta de divertirse de lo lindo con esa genial cantante que es Beth Hart.
Ahora bien, ¿habrá tenido tiempo en estos dos años de componer un material con la calidad suficiente como para reflotar su carrera en solitario? Pues lo sabremos pronto, concretamente el próximo 22 de septiembre, día en el que el otrora niño prodigio del blues (ya está talludito y vienen varios jóvenes pisando muy fuerte) tiene previsto presentarnos Different Shades of Blue, su undécimo disco en solitario desde que se estrenase en el año 2000.
No quiero decir con lo anterior que no espere este próximo lanzamiento, al contrario, simplemente pretendo hacer énfasis en las ganas que tengo de que el californiano de adopción rescate la elegancia y emotividad de discos como Sloe Gin o Hard to Cry Today, dos obras maestras del Blues Rock reciente. Lógicamente tanto proyecto paralelo y tanta gira por palacios y palacetes ha acabado acomodando al bueno de Joe, pero supongo la tibia acogida de su anterior álbum y de los estrenos de sus mil proyectos le hayan espoleado de cara a recuperar el tiempo perdido, de volver a ser el Guitar Hero de este nuevo siglo.
A falta de adelantos o muestras de por dónde van a ir los tiros todo queda en buenos deseos y anhelos. Habrá que ver si finalmente Joe Bonamassa es capaz de salir de esta espiral de decepciones en la que parece haberse metido en este último lustro. De su gira apoyando a Aerosmith de este verano prefiero no hablar.
seryhumano.com
Fuente: hipersonica.com