Las desventuras del joven Werther, la novela que dio fama internacional a Johann Wolfgang von Goethe, cuenta la historia de un joven aquejado de una dosis más bien extrema de loa sensibilidad del siglo XVIII: Werther es un caso práctico del sometimiento excesivo a la emoción, la imaginación y la introspección minuciosa.
Enviado por negocios familiares a la población ficticia de Walheim, nuestro héroe conoce a Lotte y se enamora de inmediato. Esta atractiva joven, sin embargo, está comprometida con otro: un funcionario del lugar, de carácter racional y más bien gris, llamado Albert. Este triángulo, una vez establecido, coloca a Werther en un callejón sin salida, y la imposibilidad de encontrar una solución feliz le llevará a quitarse la vida.
Una parte de la intriga de la novela ha consistido siempre en su relación con ciertos hechos reales: la pasión de Goethe por Charlotte Buff, que estaba comprometida con su íntimo amigo Kestner, y el suicidio por amor de otro amigo suyo, Karl Jerusalem (quien pidió a Kestner que le prestara sus pistolas, sin que este sospechara nada).
Otro factor del éxito de la novela fue su logrado manejo del género epistolar. La narración se desarrolla inicialmente a través de las cartas de Werther a un solo corresponsal. Cuando el estado psicológico de este empieza a deteriorarse, interviene un editor ficticio, y la última parte de la novela consiste en su edición de los borradores y notas de Werther.
La novela tocó una cuerda muy sensible en la época, y su publicación dio lugar a lo que podía llamarse una “Werthermanía”: los supuestos “Werthers” llevaban su chaqueta azul característica y su chaleco amarillo; incluso hubo un agua de colonia Werther y porcelanas decoradas con escenas de la novela.
Cuenta la leyenda que se produjeron también suicidios miméticos que alarmaron a Goethe, puesto que su retrato de Werther era más crítico que elogioso. La novela fue ampliamente revisada en una segunda versión de 1787, que se ha convertido en la referencia de las ediciones modernas.
Seryhumano.com / Sophie Thomas