Tu tipo de piel puede evolucionar con el paso del tiempo y para mantenerte hermosa debes aprender a reconocer estos cambios.
Si notas que tu rostro empieza a verse más brilloso que antes, más reseco o produce más grasa que en otra etapa de tu vida no te asustes, es normal que con el paso del tiempo tu piel cambie y tenga necesidades diferentes. Además hay distintos factores que pueden influir en esta situación ya que tu cutis es un reflejo de tu salud interior.
Normalmente la primera vez que un experto diagnostica tu tipo de piel eres muy joven y el lineamiento de piel mixta, grasa o seca que te dan es el que utilizas a lo largo de tu vida para seleccionar los productos con que cuidarás y maquillarás tu cutis, pero cuando este cambia debe cambiar también tu rutina de cuidados y productos de uso diario.
Las variaciones en la piel pueden darse por el paso del tiempo, envejecimiento, estrés o variaciones hormonales que tu organismo sufre debido al acelerado ritmo de vida actual, mala nutrición o poco descanso; pero estos cambios nunca son drásticos y si tomas las medidas adecuadas tampoco son definitivos.
Cuando empieces a notar variaciones toma en cuenta estos consejos:
– Evalúa si estás pasando por un periodo de singular estrés o si tu cuerpo da otras señales de variaciones hormonales como acné o sensibilidad extrema, para controlar el problema es necesario conocer el origen. Si no lo puedes determinar por ti misma acude a un dermatólogo.
– Si recientemente cambiaste alguno de tus productos para el rostro y a partir de su uso notas el cambio en tu piel, una buena idea es volver a tu rutina de limpieza y maquillaje anterior para comprobar si el cambio de producto provocó la variación en tu cutis.
– Rotación de productos: Cuando el cambio está originado por el envejecimiento natural del cuerpo tendrás que cambiar algunos de tus productos y un experto puede recetarte un medicamento para mantener tu cutis en sus niveles normales de producción de grasa.
Dependiendo si tu piel se volvió más grasa o más seca es importante que revises tu alimentación pues podría ser que no estés tomando suficiente agua o estés consumiendo demasiadas grasas saturadas, analiza lo que comes y haz los cambios necesarios para tener una alimentación balanceada, pues esto se reflejará en la salud de tu cutis.
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Fuente: vidayestilo.terra.com.mx