De bolas y reacciones por Ramón Hernández
Las casandras, pitonisos y demás aberruntadores mal agüero se han ensañado con Maracaibo para sustentar sus profecías y vaticinios. Su desencuentro con la razón es tan grande que se atreven a afirmar que los destrozos ocasionados por los delincuentes que operan con el nombre de colectivos son apenas una muestra de lo que les espera…