CANCIÓN INGENUA
Por Juan Guzmán Cruchaga La blanca rosa lo espera en sus brazos de fragancia. Pero, aunque el amor lo quiera, no lo quiere la distancia. Al extremo del jatdín, lejos de la enamorada, desesperado el jazmín la besa con la mirada; y la rosa, que medita meditaciones de rosa, como una carta exquisita le envía…