Corriendo veloz sin ir a ninguna parte

“Dios nos habla por medio de Su Palabra; tómate tiempo para escuchar” Caminé lo más rápidamente posible. De hecho, comencé a sudar. Después de casi 1,5 kilómetros, eché a trotar y luego a correr lo más fuerte que pude. Finalmente, después de unos 25 minutos, me detuve. Mi corazón latía con fuerza. Mi camiseta estaba…