¡Socorro, me ataca el narcisismo!

Hace quince años descubrí unos personajes curiosos en las discotecas de Los Ángeles. Eran los “paparazzi aficionados”, personas apostadas a las salidas de los clubs para tomar fotos de los famosos. No eras periodistas ni fotógrafos del corazón. Sencillamente, chavales que tenían ese deporte nocturno y coleccionaban fotos de sus perseguidos famosos. Y no hablo…