¿Qué alimentos debe incluir un desayuno saludable?

Todas conocemos el dicho “Desayuno como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”, sin embargo, pocas lo llevamos a cabo. De hecho, la gran mayoría ni siquiera desayunamos más que un vaso de leche, en cambio, nos ponemos las botas para comer porque llegamos con mucha hambre.

Estamos seguras que este comportamiento cambiaría si conociéramos los beneficios que tiene desayunar de forma saludable y equilibrada. Y es que las personas que desayunan de manera habitual evitan la ingesta desmedida de alimentos en las otras comidas por lo que mantienen un peso corporal más estable y presentan un mejor rendimiento físico e intelectual. Por este motivo es tan importante inculcar desde la infancia una correcta rutina alimentaria.

¿Qué alimentos debe incluir un desayuno saludable?

Queremos compartir algunos consejos nutricionales que nos han hecho llegar los expertos del Instituto Flora para conseguir un desayuno saludable que aporte los nutrientes necesarios para comenzar el día de manera adecuada y facilite el mantenimiento de una alimentación equilibrada y variada el resto del día. En este sentido, un desayuno equilibrado y saludable debe contener los siguientes alimentos:

Una porción de cereales: Puedes tomar tanto cereales, galletas o pan siempre que sea integral. De esta manera aportas la cantidad de hidratos de carbono y fibra necesaria al organismo.

Un lácteo: Cada mañana tomad un vaso de leche puede ser
desnatada. Sin embargo, si no te gusta la leche, podrias ingerir un yogur o un poco de queso para aportar al organismo un poco de calcio que dé fuerza a los huesos.
Una pieza de fruta: Es imprescindible tomar una pieza de fruta cada mañana para contribuir a la ingesta de fibra pero, sobretodo, de vitaminas. Una buena manera de no aburrir jamás la fruta es cambiar la presentación: zumos, batidos, enteras…

Un puñado de frutos secos: A pesar de la creencia popular, tomar un
puñado de frutos secos es ideal ya que las grasas insaturadas son perfectas para sustituir el consumo de grasas saturadas en la alimentación, ya que esto beneficia directamente a nuestra salud cardiovascular al mantener normales los niveles de colesterol.