Las funcionalidades que ofrece son parecidas al reloj de Apple. Sin embargo, no pretende ser comercializado como un dispositivo de consumo sino como un dispositivo médico.
No tendrá forma de reloj, sino de pulsera. El nuevo dispositivo de Google se quiere diferenciar de Apple Watch y de todos los wearables que hay en el mercado y que ofrecen funcionalidades de salud pero a niveles del consumidor de calle, es decir, aquellos que lo utilizan únicamente para medir calorías quemadas o ritmo cardíaco en sus ejercicios.
Dentro de su laboratorio Google X, ha creado un nuevo sistema que pretende ser utilizado en los ensayos clínicos y pruebas de los medicamentos, sirviendo a los médicos para monitorizar minuto a minuto sobre cómo les va a los pacientes. Por ahora, la empresa ha adelantado que la pulsera medirá el pulso, el ritmo cardiaco y la temperatura de la piel. También información sobre la condición medioambiental, como los niveles de exposición de ruido y luz.
Sin embargo, como ha expuesto el jefe del equipo de ciencias de la salud de Google, Andy Conrad, no pretende ser un sistema a disposición de todo el mundo. “Nuestro objetivo es que se convierta en un dispositivo médico que se prescribe para los pacientes o se utiliza para ensayos clínicos”, asegura. Google ofrece características de un Smart Watch para monitorizar la salud, con plataforma de Android. Conrad también quiere diferenciarse asegurando que los dispositivos de consumo que existen no son lo suficientemente rigurosos para la investigación.
EMPODERAMIENTO DEL PACIENTE
“Históricamente, los médicos lo hacían todo y los pacientes sólo tenían que acudir para los resultados de las pruebas”, explican desde la compañía. “Ahora, estamos pidiendo a los pacientes asumir una gran responsabilidad en la recopilación de información”, algo que se puede solucionar con un sensor de muñeca preciso y fiable.
Conrad espera que en el futuro, herramientas como la pulsera de Google sean utilizados por personas sanas para poder adelantar los primeros síntomas de una enfermedad. “Me imagino un día, dentro de 20 o 30 años, cuando los médicos se lo den a todos los pacientes. La prevención significa todo el tiempo”, expone.
Google colaborará con investigadores académicos y farmacéuticas para probar la exactitud de la pulsera y buscar la aprobación normativa de Estados Unidos y Europa. Según la compañía, Google podría buscar el apoyo de Novartis, con la que ya ha acordado comercializar sus lentes de contacto para diabéticos.
seryhumano.com
Fuente: consalud.es