Barcelona, en víspera de las primeras elecciones municipales democráticas. La alta burguesía recupera su orgullo, en <<tiempos estos en que ser empresario parece una vergüenza>>, como dice uno de sus representantes.
El investigador Pepe Carvalho, izquierdista sentimental, hedonista consumado, gastrónomo compulsivo, lector insaciable y lleno de mala conciencia (quema los libros que ha leído), sentencia a su vez: <<Los detectives privados somos los termómetros de la moral establecida>>. Y añade que <<esta sociedad está podrida. No cree en nada>>.
Pero el empresario cuya muerte investiga, Carlos Stuart Pedrell, sí parecía creer en algo: quería perderse en los mares del sur, como había hecho antes el pintor Gauguin.
La pesquisa de Carvalho, en busca de las razones de su muerte, le conducen al sofisticado mundo altoburgués, pero también al universo de los proletariados inmigrantes, porque el secreto de su muerte está en una de aquellas ciudades-dormitorio, San Magín, que _ por paradoja del destino_ construyó una empresa del asesinado:
La novela es una de las mejores (si no la mejor) del ciclo de Carvalho, con numerosos guiños a la mejor tradición del cine negro norteamericano y supone además un retrato difícilmente mejorable de la Barcelona del momento.
seryhumano.com / José Carlos Mainer