El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confesó públicamente que no puede permitirse usar un iPhone. Y no por su precio, evidentemente, sino por razones de seguridad. Al mandatario es habitual verlo, incluso antes de que ascendiera al cargo, con su BlackBerry entre las manos, un terminal especialmente preparado para su uso.
Ése era el teléfono que el político utilizaba en sus tiempos como candidato, en aquellos momentos en los que BlackBerry era el smartphone en boga, al menos en Estados Unidos. Blackberry sigue siendo todavía hoy el móvil del presidente, cuando Apple y Samsung se han hecho con las mayores cuotas de mercado y el fabricante canadiense intenta superar un año muy difícil, en el que coincidieron el lanzamiento fallido de BlackBerry z10 y su sistema operativo y una notable reducción de plantilla, así como constantes rumores de venta.
“Por razones de seguridad”, explicó el presidente en una audiencia sobre la ley sanitaria ‘Obamacare’ que tuvo lugar en la Casa Blanca, “no se me permite tener un iPhone”(declaraciones recogidas por The Verge). Dijo esto dirigiéndose a los jóvenes a los que recibió en su residencia oficial, a los que explicó que no está demasiado puesto en nuevas tecnologías ni en el coste mensual que éstas suponen a sus usuarios.
Las ventajas de BlackBerry en seguridad
El sistema operativo utilizado por BlackBerry tiene fama de ser el más seguro del mundo, más que Android o que iOS. Su última versión, BlackBerry 10, obtuvo el certificado FIPS, que acredita que es de alta seguridad y que puede ser utilizada incluso por miembros del gobierno. BlackBerry es la única plataforma móvil a través de la cual puede enviarse información de contenido sensible. Además, su programa de mensajería instantánea, BlackBerry Messenger, opera, con mensajes cifrados, a través de una red privada de la que la empresa es propietaria, a la que se atribuyen una seguridad y una privacidad muchísimo más alta que la que existe, por ejemplo, en WhatsApp, una aplicación que algunos abogados no dejan que sus clientes utilicen.
En 2009, cuando todavía era presidente electo, Obama explicó en una entrevista en la CNBC que los servicios de inteligencia (la NSA, hoy cuestionada por sus métodos de vigilancia y espionaje online) tendrían que “quitarle de las manos” su Blackberry si querían impedir que la utilizara. Obama dijo entonces que confiaba en que durante su mandato podría obtener acceso a algún ordenador, aunque no fuera desde el mismo Despacho Oval, y en que habría alguna forma de configurar su BlackBerry para que resultara segura. Según se dice, hoy al presidente solo se le permite comunicarse desde su teléfono móvil con un círculo de diez personas.
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Fuente: ticbeat.com