Todo comenzó con un rompimiento maratónico
La primera vez que se quedó a dormir en mi casa fue por accidente. Vino a ver una película, aunque yo estaba más concentrada en intentar quedarme quieta mientras veía lo cerca que estaban sus piernas. Cuando comenzaron los créditos finales, nos pusimos a hablar y lo seguimos haciendo durante la madrugada. Ahí fue cuando…