Cercano, austero, revolucionario y, por supuesto, máximo artífice del cambio de imagen de la Iglesia Católica. En su primer aniversario en el trono de San Pedro, el Papa Francisco tan solo ha pedido a sus fieles que recen por él.
Pese a su universalidad, el mayor cambio impulsado por Jorge Bergoglio ha sido de puertas adentro, una reforma de la jerarquía eclesiástica y una estrecha vigilancia del banco del Vaticano para frenar los escándalos financieros.
Una mujer explica que el gesto que más la ha impresionado fue su lavado de pies a unos prisioneros. “Después de un año creo que la puerta está abierta. Cruzo los dedos para que continúe así”, asegura otra devota. Para un argentino, el cambio principal ha sido que el Vaticano está ahora en contacto con los pobres, con los que más lo necesitan y no con el lujo como, asegura, ha ocurrido durante mucho tiempo.
A pesar de los cambios impulsados y de su indudable espíritu reformista, Jorge Bergoglio tiene aún tareas pendientes. Una de ellas es actuar de forma más enérgica contra los escándalos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica, aunque el pontífice ya ha tomado algunas medidas en esa dirección.
seryhumano.com
Fuente: Euronews