A Gustavo Álvaro Rodríguez nunca le gustó que le llamaran actor consagrado, sencillamente porque para él la consagración no existía, “lo que enriquece es el proceso no el resultado” afirmó en una oportunidad en una entrevista, considerando que el estudio para los actores es una labor diaria. Hoy, a su triste partida deja un legado que hará que le recordemos por siempre como el primer actor de Venezuela, ejemplo de perseverancia y profesionalismo para las nuevas generaciones que se dedican al arte dramático en sus diferentes manifestaciones.
Gustavo Rodríguez, quien nació un 19 de Febrero en el Estado Bolívar, consolidó una exitosa trayectoria en televisión, teatro y cine. A muy temprana edad se inició en el mundo del espectáculo – tal como él mismo comentaba – en la escuela. “Participaba en todos los actos y me ganaba todos los premios”, decía. Ingresó al Teatro Universitario de la UCV (Universidad Central de Venezuela), institución donde se formó de la mano de grandes maestros como Nicolás Curiel y José Ignacio Cabrujas, entre otros. Posteriormente, a través del Instituto Nacional de Teatro, estudió en Europa, para profundizar más sus conocimientos en materia de arte dramático.
En televisión, Rodríguez dio vida a múltiples personajes en exitosas telenovelas, entre las que se encuentran: “La Vida Entera”, “Estefanía”, “Natalia de 8 a 9”, “Mambo y Canela”, “El País de las Mujeres”, “Samantha”, “Contra Viento y Marea”, “Pecado de Amor”, “Cruz de Nadie”, “La Señorita Perdomo” y “La Fiera”, entre muchas otras. Hacia el 2012 encarnó a Valentín La Roca, en la telenovela “Mi Ex me Tiene Ganas” y al año siguiente, interpretó al inescrupuloso “Anselmo Macho Vergara”, en la superproducción dramática de Venevisión “De Todas Maneras Rosa”, su última actuación en Televisión.
Este gran actor de dilatada trayectoria, participó en varias producciones cinematográficas protagonizando “Muerte al Amanecer”, “Domingo de Resurrección”, “Borrón y Cuenta Nueva”, “Sagrado y Obsceno” y “Señor Presidente”, entre otras. También participó en más de 60 obras teatrales en su hoja de vida profesional, no sólo a nivel nacional sino internacional, interpretando célebres papeles como por ejemplo Hamlet, de William Shakespeare. En el 2012 se presentó en la ciudad de Miami, con el unipersonal Nosotros que nos Quisimos Tanto, escrito por Mariela Romero. Entre las piezas teatrales más recientes en las que actuó destacan: “La Revolución” escrita por Isaac Chocrón y la obra titulada “Mátame” (2013) original de Martin Hahn. Además, fue objeto a lo largo de su carrera de innumerables reconocimientos, entre los que figuran: Premio El Dorado, Premios de La Casa del Artista, El Guaicaipuro de Oro y Mara Internacional de Venezuela.
Le sobreviven cuatro hijas: María Fernanda, Alexandra, Giuliana Andrea y Grecia Augusta.
Paz a su alma.
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