Martin Scorsese es, tal vez, uno de esos pocos directores que nunca pierde esa chispa a la hora de hacer películas. A pesar de que El Lobo De Wall Street es un ejercicio en comedia negra con toques de orgías y nudismo de casi tres horas, el director neoyorquino, a quien conocemos por sus dramas sobre mafiosos, nunca deja de asombrar al espectador con esta historia de escándalos y negocios de bolsa con sus acostumbrados movimientos de cámara y una banda sonora con canciones de una época específica.
Inspirada en hechos reales, El Lobo De Wall Street nos cuenta la historia de Jordan Belfort (un segurísimo Leonardo Di Caprio), un joven corredor de bolsa quien, de la noche a la mañana, se convierte de un pobre principiante a un experto corredor de bolsa, triunfando de manera ilícita en sus negocios.
A pesar de haber sido víctima de aquél Lunes Negro a finales de los ochenta, Belfort se las ingenia para volverse a poner en pie, con ayuda de un grupo de desadaptados (guiados por un genial Jonah Hill, quien logra una excelente química con Di Caprio), logrando abrir una nueva agencia corredora de bolsa y, de esa manera, llegar a la cúspide…al éxito. Sin embargo, no todo es color de rosa y los excesos de Belfort y su banda de malandros atrapan la atención de un agente del FBI (Kyle Chandler) y aquí es donde viene el dicho que todo tiene que caer mientras más alto suba.
Definitivamente, Martin Scorsese sabe lo suyo y ha sabido dirigir muy bien a Leonardo Di Caprio desde que empezaron a trabajar juntos en Pandillas De Nueva York. La química entre Di Caprio y Jonah Hill es fantástica; en especial, en esa escena cuando los dos toman una especie de coctél de drogas que los deja tumabados, por decirlo así, y Di Caprio se luce en una escena cuando él trata de regresar a su mansión en su vehículo de lujo. Demasiado hilarante.
En general, El Lobo De Wall Street es una cinta que nos muestra una crítica sobre los excesos y como una persona puede tener tanto éxito y como ese éxito se le puede escapar de las manos. Un estudio de lo sucio y turbio en el mundo de los negocios y como el ser humano puede sucumbir a las tentaciones y a la corrupción.
También, Scorsese tiene a la mano un reparto de lujo que incluye a veteranos como Rob Reiner (actor de la serie Todo En Familia y director de grandes cintas como Cuando Harry Conoce A Sally y Cuestión De Honor), Joanna Lumley (de la serie de finales de los setenta Los Nuevos Vengadores) y Jean Dujardin (ganador del Oscar al Mejor Actor por El Artísta).
En general, hay que felicitar a Martin Scorsese por mostrar todo eso y, sobre todo, como podemos sentir lástima por un malversador y desear que termine saliéndose con la suya.
seryhumano.com / Luis Miguel Ramos