«Los hombres son como el vino. Algunos se convierten en vinagre, pero los mejores ganan con el tiempo»
«La familia es la primera célula fundamental de la sociedad humana»
«Es más fácil para un padre tener un niño que para los niños tener un buen padre»
«Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno»
«La mujer ha adquirido una conciencia cada día más clara de su propia dignidad humana. Por ello no tolera que se la trate como una cosa inanimada o un mero instrumento; exige, por el contrario, que, tanto en el ámbito de la vida doméstica como en el de la vida pública, se le reconozcan los derechos y obligaciones propios de la persona humana»
«Todos los individuos y grupos intermedios tienen el deber de prestar su colaboración personal al bien común»
«Todos los hombres tienen derecho a la vida, a su integridad personal»
Sobre la fe
«Sólo por hoy seré feliz, en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en éste».
«Cuán pequeño sería Dios si después de haber creado este inmenso universo, poblara en él únicamente al diminuto planeta Tierra. Ese no es el Dios que yo conozco»
«¡Qué alegría recibir el perdón! ¡Qué consuelo salir de la conversación con el confesor, al que nos hemos presentado humildemente, y oírle decir: ‘Vete en paz, hijo mío. ¡Ánimo! Sigue tu camino con buena voluntad. Yo te absuelvo de tus pecados»
«La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz, y puede perderse todo con la guerra»
«La paz sólida y verdadera entre naciones no consiste en la igualdad de armamento, sino en la confianza mutua»
«Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende»
«Un hombre pacífico hace más que uno con mucho conocimiento»
«Las madres y los padres detestan la guerra»
«La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios»
«Una sociedad que se apoye sólo en la razón de la fuerza ha de calificarse de inhumana»
Sobre su Pontificado y sobre él mismo
«Cualquiera puede ser Papa; la prueba de esto es que he llegado a ser uno»
«No busco ni quiero la gloria de este mundo; la espero muy grande en el otro»
«Con tal de hacer que triunfe la caridad a toda costa, prefiero ser tenido por un pobre hombre. Me dejaré aplastar, pero quiero ser paciente y bueno hasta el heroísmo»
«Dios es todo: yo soy nada. Y por hoy basta»
«No me importa que me humillen con tal de que todo sea para gloria de Dios y verdadero bien mío, para santificación de mi espíritu»
«A propósito de la humildad, evitaré en cuanto sea posible el hablar de mí en primera persona»
«Debo huir de los pronombres yo, me, como si fueran serpientes»
«Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez»
«Les digo un secreto: si el buen Dios no me hubiese hecho Papa, me hubiera gustado ser campesino como ustedes» (a unos campesinos en una audiencia)
«Mire, Dios nuestro Señor supo ya muy bien desde hace setenta y siete años que yo había de ser Papa. ¿No pudo haberme hecho más fotogénico?»
«¿No se hundirá esto con tanto peso?» (cuando se subía por primera vez a la silla gestatatoria)
Las más emotivas
«A veces todos somos ciegos» (a un niño ciego que decía no poder verle)
«He mirado a tus ojos con mis ojos. He puesto mi corazón cerca de tu corazón»
«Los sentimientos de mi pequeñez y mi nada me mantuvieron siempre en buena compañía»
«No consulte a su temor, sino a sus esperanzas y sueños. No piense acerca de sus frustraciones, sino sobre su potencial»
«Si Dios creó sombras es para destacar mejor la luz»
«¡Hay tanto que hacer en la tierra, hijitos! ¡Hay tanto que hacer!» (Tras el primer aterrizaje en la Luna)
«Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie»
«Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad»
«Nadie conoce los caminos del futuro, pero cualquiera de ustedes que pase la noche solo y angustiado, encontrará en mi ventana una luz encendida»
Su confesión escrita antes de morir
«Ahora reconocemos que nuestros ojos han permanecido ciegos durante muchísimos años, de manera que no hemos visto la belleza de tu pueblo elegido y no hemos reconocido en su rostro los rasgos de nuestro hermano primogénito. Distinguimos ahora la señal de Caín en nuestra frente. Durante siglos Abel [el pueblo judío] permaneció postrado entre la sangre y las lágrimas, porque habíamos olvidado tu amor. Perdónanos la maldición que injustamente hicimos caer sobre el nombre de los judíos; perdónanos porque al maldecirlos a ellos te hemos crucificado por segunda vez, porque no sabíamos lo que hacíamos»
seryhumano.com
Fuente: lainformacion.com