Nuestra mente es la herramienta más poderosa que disponemos, pero como toda herramienta para que sea efectiva, hay que aplicarla bien y, en este caso en específico evitar las distracciones para a su vez evitar los accidentes, como puede producir el uso del celular al volante.
En la actualidad nadie pone en duda la atención que demanda la comunicación telefónica, como tampoco que el uso de un dispositivo móvil distrae al conductor, además de la tensión que puede provocar el contenido de la llamada y perturbar su tarea de conducir, con la consecuente producción de demoras, errores en las acciones y fatales accidentes. Estudios realizados en distintos países indican que el porcentaje de conductores que utiliza el teléfono celular ha aumentado a lo largo de los últimos 5 a 10 años, y oscila entre un uno y un once por ciento de la población que con una mano toma el volante y con la otra toma el móvil, poniendo en riesgo no solo su seguridad sino también la de otros conductores o transeúntes.
Es por ello que hace ya muchos años, diversas compañías de teléfonos móviles pusieron a disposición de sus usuarios, un accesorio que permiten satisfacer nuestras necesidades de telecomunicación a distancia, mientras la cabeza se encuentra ocupada en la conducción y desplazamiento del vehículo, podemos mantener las “manos libres” para atender una llamada.
Sin embargo, según diversos estudios, el uso del teléfono móvil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. Mientras se habla por teléfono, aunque sea con manos libres, se pierde la capacidad de concentración necesaria para conducir: no se mantiene una velocidad constante, la distancia de seguridad no es suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta considerablemente entre medio y dos segundos, dependiendo del conductor.
Datos que aportan informes de la Organización Mundial de la Salud apuntan a que “tras minuto y medio de hablar por el móvil (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”. Además, la peligrosidad por el uso inadecuado del mismo puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.
La recomendación es clara, si va al volante apague el celular, su seguridad está antes que cualquier llamada.
seryhumano.com / @yosmarherrera