Una interfaz no invasiva logró unir los pensamientos de dos personas en distintos lugares.
¿Te gustaría colocarte un gorro para comunicar tu pensamiento en vez de recurrir al teléfono? Podría parecer poco probable estos días, pero quizás en un futuro no tan lejano sea posible gracias al trabajo de investigación del equipo de Andrea Stocco en el Instituto de Ciencias y Aprendizaje Cerebral de la Universidad de Washington.
En la más reciente etapa del proceso de investigación de Stocco, dos personas lograron comunicarse transmitiendo sus pensamientos por medio de Internet a través de un juego de preguntas y respuestas.
«Este es el experimento cerebro a cerebro más complejo que se ha realizado hasta la fecha en humanos«, indicó Stocco. «Usa experiencias conscientes por medio de señales que se experimentan visualmente y requiere de la colaboración de dos personas«.
Igual que en experimentos anteriores realizados por Stocco y su equipo, la prueba se llevó a cabo en distintos lugares.
La persona que respondía veía una imagen en la pantalla mientras que el otro participante respondía con un «sí» o un «no» por medio de un clic sobre la imagen. El gorro con electrodos conectado a un electroenfecalógrafo monitorea, captura y traduce la actividad cerebral de la persona que responde mirando fijamente una de las dos luces LED en el monitor, que parpadean a frecuencias distintas.
Estas respuestas son capturada, traducidas y enviadas por Internet a la persona que hizo la pregunta usando estimulación magnética transcraneana (TMS, por sus siglas en inglés) a través de una bobina magnética colocada detrás de la cabeza. Al utilizar TMS para estimular la corteza visual, la persona que hacía las preguntas podía ver las luces parpadeantes para un «sí» (llamadas fosfenos) y nada cuando la respuesta era «no«.
El experimento se realiza en dos cuartos oscuros separados por una milla y en total participaron cinco pares de personas; cada uno hizo 20 rodas de preguntas y respuestas: 10 juegos reales y 10 de control. Cada juego consistía de ocho objetos con tres preguntas por objeto. En los experimentos de control se colocó un plástico para bloquear el TMS.
Los responsables del experimento se aseguraron también de evitar cualquier tipo de trampas bloqueando los oídos de los participantes y cambiando la posición de la bocina magnética. Con estas medidas, los participantes respondieron correctamente el 72 por ciento de los juegos reales, comparado con el 18 por ciento de los de control.
seryhumano.com
Fuente: cnet.com