Es un poco irónico que <<Vocalise>> se haya convertido en la canción más apreciada de Serguei Rachmaninov. No es que no merezca este halo de popularidad: la sinuosa línea de soprano, con su lenta caída, parece resumir esa atmósfera de melancolía voluptuosa tan frecuente en las composiciones de Rachmaninov. Pero no tiene letra y, escuchando las otras canciones de su autoría, uno se da cuenta de lo profundamente enraizado que estaba el estilo vocal de Rachmaninov en el idioma y la tradición de la canción rusa.
No es de extrañar que se sintiera incapaz de componer para voz solista después de su exilio en 1917.
<<Vocalise>> se presenta con la misma categoría con la que apareció por primera vez, como la culminación del magnífico ciclo op. 34, donde su sencillez sin palabras es aún más conmovedora; hay pensamientos demasiados profundos para expresarlos con palabras, parece decir.
En el op. 38 Rachmaninov expande sus horizontes musicales hacia el impresionismo e incluso más allá, pero generalmente es su lirismo estremecedor el que atrae al oído.
Nada mal para un compositor que de joven no fue un buen alumno debido a su comportamiento, llegando al punto de falsificar sus notas y ser más tarde expulsado del conservatorio donde estudiaba.
Luego la historia sería otra.
Seryhumano.com / Stephen Johnson