La labor del Festival de Ópera de Wexford en Irlanda es resucitar obras maestras caídas en el olvido. La edición número 66 se estrenó con un tesoro operístico redescubierto: Medea, la obra maestra de Luigi Cherubini. El libreto estrenado en 1897 y basado en la tragedia griega de Eurípides conoció días de gloria con Maria Callas. Medea mata a sus hijos para vengarse de su marido, por repudiarla. La actriz irlandesa Fiona Shaw ha adaptado escénicamente la obra a los tiempos modernos. Shaw dice que lo que la fascinó cuando profundizó “en la historia fue descubrir que tiene más que ver con la vida que con la muerte. Es lo peor que puede ocurrir, pero no es realmente una tragedia, es una catástrofe. La familia, el futuro, quedan totalmente destruidos, pero lo que me interesó sobremanera fue la descripción de lo valioso que es el amor”.
La soprano noruega Lise Davidsen, galardonada con el premio Operalia encarnó a Medea, un rol que requiere una energía y control vocal tremendos. Callas fue su máxima exponente en el siglo XX.
El director, Stephen Barlow comenta que éste “es uno de los roles de soprano más exigentes que uno pueda imaginar. La tesitura es muy amplia. Parte del registro es muy agudo, hay coloratura. Después hay legatos y luego, por supuesto, hay esas partes de la partitura muy líricas en las que se requiere un perfecto piano flotante.”
La tragedia se perfila cuando el esposo de Medea la abandona para casarse con Dircé, la hija del rey. Medea se venga envenenándola.
La soprano española Ruth Iniesta encarna a Dircé. “Dircé ha escuchado todo lo que se dice de Medea. Sabe, siente desde el principio que su final será trágico. Siente temor por Medea, por esa presencia, por ese poder.”
En la puesta en escena de Shaw hay elementos muy contemporáneos, un gimnasio y una roca. Shaw explica así las particulares del decorado alegando que “Medea es un clásico de la mitología, pero también es una historia actual sobre cualquier pareja que se separa. Así que partimos de la idea de conservar el aspecto mitológico y cuando Medea menciona algo sobre ella, sobre su pasado, sus orígenes en Cólquida, puede acercarse a la roca que es un lugar duro, pero también un refugio para la memoria. Es surrealista; pero lo usamos de forma rigurosa.”
En cuanto al libreto, Barlow comenta que “algunos de los fragmentos musicales de esta ópera son muy violentos. A veces los sonidos son muy agudos y se supone que la orquestación tiene que ser impactante. Es una ópera que se mete dentro de la piel. No puedes irte y olvidarte de ella.”
La edición número 67 del Festival de Ópera de Wexford tendrá lugar del 19 de octubre al 4 de noviembre de 2018.
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