
AFP/Archivos / Patrik STOLLARZ
Una foto de los preparativos para celebrar el bicentenario del nacimiento de Karl Marx en su ciudad natal, la localidad alemana de Tréveris el 3 de mayo de 2018
Alemania celebra este sábado el bicentenario del nacimiento de Karl Marx, pero los festejos pueden verse empañados por las protestas, ya que el filósofo revolucionario sigue siendo una figura controvertida tres décadas después de la caída del Muro de Berlín.
La ciudad natal de Marx, Tréveris, será el epicentro de las celebraciones por el nacimiento de su hijo ilustre, pero en total hay cerca de 600 eventos programados, incluyendo exposiciones, conciertos, obras de teatro y conferencias, para conmemorar al pensador del siglo XIX admirado por su obra «El Capital» y por ser inspirador del comunismo.
La guinda del pastel será la inauguración al final de la mañana de una estatua de 5,5 metros de alto del erudito, un regalo de la China comunista, que envió una delegación de dignatarios, que serán acompañados por los directivos del Partido Socialdemócrata Alemán, que también tiene previsto asistir.
Pero como en toda celebración de este calibre no faltarán los convidados de piedra ya que una asociación que representa a las víctimas del comunismo llamó a protestar contra el pensador, a quien culpan de haber inspirado a los regímenes estalinistas.
«Nosotros queremos protestar a viva voz contra la inauguración de la estatua de Marx y que se escuche nuestra preocupación por esta glorificación del marxismo«, dijo Dieter Dombrowski, presidente de la Unión de Grupos de Víctimas de la Tiranía Comunista.
Para Dombrowski, la decisión de las autoridades de Tréveris de aceptar un regalo de China para honrar a Marx es una «falta de respeto y de humanidad» para quienes sufrieron bajo los regímenes comunistas.
En tanto la formación de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) llamó a una marcha en silencio bajo el lema «Bajar a Marx del pedestal«.
Todavía sin responder a la pregunta de qué pensaría de todo esto Marx, otro grupo pretende marchar en una contra-protesta para aguar la manifestación de AfD.
Ni «glorificarlo ni vilipendiarlo»
Nacido el 5 de mayo de 1818 en Tréveris, una ciudad ubicada en el oeste del país, cerca de la frontera con Luxemburgo, Marx desarrolló sus teorías en un momento en que la Revolución Industrial cambiaba profundamente la sociedad.
Su obra central «El Capital», una reflexión económica y política sobre el trabajo, se convertiría después en una asignatura obligatoria en el mundo comunista, donde revolucionarios como Vladimir Lenin y Mao Zedong afirmaron que tomaron parte del legado de Marx para desarrollar sus tesis.
La lista de pensadores y movimientos que se declararon deudores de Marx es larga y abarca a organizaciones como la FARC en Colombia, pasando por el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) hasta grupos altermundialistas.

AFP/Archivos / Patrik STOLLARZ
Una foto de los preparativos para celebrar el bicentenario del nacimiento de Karl Marx en su ciudad natal, la localidad alemana de Tréveris el 4 de mayo de 2018
El presidente chino Xi Jinping dijo el viernes que el partido comunista de su país siempre iba seguir siendo «un guardián» del marxismo, mientras que el líder vietnamita Tran Dai Quang también recordó el bicentenario del nacimiento del pensador.
Debido a la reputación que adquirió Marx de ser el «padre del comunismo», su legado fue ridiculizado en Alemania Occidental durante la Guerra Fría, en oposición al culto al otro lado del muro, donde la monumental Avenida Karl Marx de Berlín se convirtió en un escenario emblemático para la RDA.
Pero desde la reunificación, y en particular en la última década, el capitalismo desenfrenado y el descontento han alimentado un renovado interés por la obra de Marx.
Sus teorías sobre las desigualdades y la opresión de la clase trabajadora encuentran resonancia en las sociedades actuales, a medida que crece la agitación social y política.
Rainer Auts, director de una empresa que supervisa todas las exhibiciones sobre la vida de Marx, su obra y su legado, dijo que más de un cuarto de siglo después de la reunificación, es el momento de volver a analizar a este filósofo que tanta división provoca en Alemania.
«No estamos buscando glorificarlo ni vilipendiarlo. Pero queremos mostrarlo como una persona de su tiempo, al igual que señalar donde se pudo haber equivocado», explicó a la AFP.
Pero la colosal estatua enviada por Pekín actuó más bien como un presente griego de la discordia y ha desatado acusaciones de que la ciudad busca captar a turistas chinos o atraer inversiones.
El alcalde, Wolfram Leibe, niega las acusaciones y dijo que se trató simplemente de «un gesto de amistad» de parte de China.
«No hay ni una empresa china en Tréveris. No tenemos relaciones económicas con China y eso implica que hemos tomado esta decisión autónomamente», dijo a la AFP.
Leibe admitió sin embargo, que la estatua corre el riesgo de ser vandalizada pero le bajó el perfil a esta posibilidad.
«En una gran ciudad, las cosas siempre son así. Esto no me va a impedir dormir, habrá que limpiarlo», se planteó.
«Marx debería seguir siendo controversial»
Pero la pugna por su legado también ha adquirido un cariz político con la manifestación del AfD.
Un grupo de contra-protesta piensa personarse en el lugar para denunciar las ideas del partido de extrema derecha, contrario a la inmigración.
Este grupo contrario al AfD también critica al gobierno actual de China.
«Nacionalismo y una dictadura autoritaria en China. Tréveria debería haber usado sus propios fondos para construir una estatua de Marx, por lo demás muy esperada», dijo el grupo de contra-protesta, que agrupa a múltiples organizaciones de izquierda.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, entró en el debate esta semana y dijo el jueves que la figura de Marx debería seguir, como hasta ahora, siendo un tema de controversia.
«Creo que nosotros, los alemanes, en 2018, no deberíamos ni inflar ni proscribir a Marx de nuestra historia», argumentó.
«No deberíamos ni tener miedo de Marx ni construir estatuas doradas de él. En pocas palabras, Marx debería seguir siendo controversial».
seryhumano.com
Tomado de Agence France Presse