El Ser y YO

 

 

He aquí una receta para la infelicidad permanentemente:

  1. Decide cómo crees que el mundo debería ser.
  2. Haz reglas para que todos se comporten como DEBERÍA ser.

Después, enójate cuando el mundo no obedezca tus reglas. Esto es lo que la gente infeliz hace.

Supongamos que esperas que:

Tus amigos DEBEN regresarte los favores.

La gente DEBE apreciarte.

Los planes DEBEN realizarse puntualmente.

Tu marido DEBE recordar el día de tú cumpleaños.

Estas expectativas pueden sonar razonables, Sin embargo, muy a menudo no ocurre así. Y, por lo tanto, terminas frustrado y desilusionado.

Existe una mejor estrategia. No vivas con tantas exigencias. Sustitúyelas por preferencias.

Para las cosas que están fuera de tu control, di: “PREFERIRÍA <<A>>, PERO SI OCURRE <<B>> ES IGUALMENTE BUENO.”

Se trata de un juego de practicas en tu cabeza. Y si lo conviertes en una costumbre, a la larga te brindará tranquilidad mental.

Prefieres que la gente sea amable… Pero cuando es descortés, no permites que arruine tu día. Prefieres los días soleados… pero si llueve, igual está bien para ti. Es decir, practicas tu flexibilidad.

Para ser más feliz, necesitamos: a) cambiar el mundo, o b) cambiar nuestra manera de ver el mundo.

¡Lo más fácil es cambiar nuestra manera de ver el mundo!

 

EN DOS PALABRAS

 

No es lo que te pasa lo que determina tu felicidad. Es cómo piensas de lo que te pasa.

 

seryhumano.com / Andrew Matthews