“Aproveche el día. Complázcase en la vida porque le da la oportunidad de amar, de trabajar y de jugar y también de mirar las estrellas”
Henry Van Dyke
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¿Tiene en su vida suficientes momentos mágicos? Quiero decir, ¿momentos en que se olvida de preocupaciones pasadas y futuras y se disuelve en el gozo puro y mágico del momento presente?
Keit, un fotógrafo de la naturaleza, me confió: “Me produce gran emoción ver nuestro comedero de pájaros y contemplar a una madre alimentando a su pajarito. Ser fotógrafo me ayuda a ver belleza en todas partes; ando siempre buscando con la vista figuras interesantes; luces, colores y patrones hermosos, como las ondas que se forman en el agua. Todo consiste en estar ahí, en prestar atención al momento preciso, no en hacer algo. Yo disfruto dando clases de fotografía, porque buscar la belleza es un entrenamiento para los ojos de las personas. A algunos de mis estudiantes se les llena los ojos de lágrimas cuando al final de la clase comparten con los demás la experiencia de cuánto les ha ayudado a descubrir un nuevo nivel de disfrute de la vida”.
Como escribió Daphne du Maurier: “La felicidad no es una posesión que debe valorarse: es una cualidad del pensamiento, un estado de la mente”.
Para descubrir sus momentos mágicos, le sugerimos:
1.- Anote todas las respuestas que puedan ocurrírsele a esta pregunta: ¿qué cosas de mi vida me producen momentos mágicos y gozosos?
2.- Luego, jerarquice sus respuestas por el orden de lo que le produce el máximo placer.
¿Le sorprende sus respuestas? A mi esposo Bill y a mí nos sorprendieron las nuestras. Ambos comprobamos que las mayores alegrías provienen de cosas simples de todos los días. Yo valoro mucho una caminata por mi jardín, temprano en la mañana, con un tazón de té humeante, examinando verduras y flores que resplandecen con gotas de rocío. Me encanta ir a comprar comestibles y conversar con la señora que vende el pescado y con el encargado de la verdura. Tanto a Bill como a mí nos encantan nuestras veladas acurrucados frente al hogar, leyendo. Fue una revelación darme cuenta de que, si bien es cierto que me encanta cosas como el trabajo y mis amigos, viajar e ir al teatro, la fuente de mi mayor alegría son actividades tranquilas y sencillas de todos los días.
Ayuda a tener momentos mágicos prestar toda la atención consciente a cualquier cosa que se haga, para poder saborear cada uno de los matices de esa experiencia. Para usted, eso puede significar disfrutar de una alborada: los cambios de color, el silencio, la hermosura. O también, estar por completo con una persona en la que se tiene interés, escuchando sus palabras, compartiendo sus sentimientos, demostrándole afecto.
Intente esto: tome y retenga en la mano una lima, una naranja o una manzana fresca. Aplicándole toda su fuerza de concentración, note su color, textura y tersura. Aspire su aroma. ¿Se siente húmeda y fresca o cálida y tersa? ¿Disfrutó usted de ese momento?
A la larga, en vez de grandes logros que le hacen sentirse bien durante un tiempo, son los placeres sencillos los que año tras año van nutriéndole el alma.
seryhumano.com / Dottie Billington