El Ser y YOOtras

por Yosmar Herrera

Ser mujer es complicado en todos los sentidos; el de la vista, por ejemplo, nunca vemos lo mismo que los hombres ven

Sin anteojos podemos visualizar el futuro en dos vertientes y hasta ¡en tercera dimensión!

¿Qué somos exageradas?

 ¡¡¡Por supuesto!!! viene junto con nuestros cromosomas o con un chip para las más jóvenes. Es parte de nuestro género.

Exageradamente amamos u odiamos, según cómo se encuentre nuestro corazón y aún en el dolor, no dejamos de sentir tanto amor u odio como un abismo en el espacio.

Realmente somos intensas.

No es que los hombres no lo sean, pero nuestra intensidad conlleva una fuerza inexplicable para el sexo “fuerte “; ¿No me creen?

Pidan por ejemplo a un hombre una tarde de shopping, vestido con corbata y zapatos de “concierto”, que viene siendo el equivalente de nuestros tacones; agreguen como acompañantes a dos adolescentes tecnológicos que se sienten ridículos saliendo con un progenitor y una pareja al otro lado del teléfono preguntando cada 5 minutos: “Amor, ¿a qué hora llegas a preparar la cena?”

Resultado: mientras ellos “no se la calan“, nosotras no solo conseguimos las mejores ofertas, conversamos con nuestros hijos, aunque sea escuchando sus monosílabos y quejas porque no querían acompañarnos, caminamos con coquetería con tacones de 15 centímetros, respondemos las llamadas con alegría, aun cuando solo son reclamos del marido; sino que también disfrutamos muchísimo de nuestra tarde de compras, al punto, que nos da igual si hay una fila inmensa para pagar y otra en la autopista al regresar a casa…

En fin, luego sigo reflexionando lo intensas y complicadas que somos las que con suerte vemos con exageración, un mundo que a veces es inhóspito para nuestras hormonas; por ahora, disfrutaré pasar por una pizza, porque quedé agotada de una hermosa tarde de compras con mis querubines.

P.D. Si nuestra pareja ya está en casa, ¿por qué no prepara la cena él?

seryhumano.com / Yosmar Herrera

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