Por Juan Kiklikian
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Nuevos estudios han encontrado que la fuente de su dolor crónico puede ser causada por estrés y trauma emocional y no por una lesión física.
El dolor crónico se caracteriza por un dolor físico que dura más de lo que normalmente llevaría el proceso de curación natural. Las personas que tienen trastorno de estrés postraumático tienen el mayor riesgo.
Probablemente sepa que el estrés puede conducir a problemas fisiológicos como dolores de cabeza, dolor de estómago e intestino irritable.
Lo que quizás no se dé cuenta es que puede causar otros problemas físicos y dolor crónico. Una razón para esto es porque cuanto más estresada está una persona, más tensa tiende a estar.
Los investigadores durante décadas han estudiado el vínculo mente-cuerpo entre las emociones y la salud en general. Descubrieron que en algún lugar entre el 15 y el 30 por ciento de la paciencia diagnosticada con enfermedad crónica también sufre de TEPT.
El trauma ocurre «cuando nuestra capacidad de responder a una amenaza percibida es de alguna manera abrumadora«, escribe Peter Levine, un experto en trauma.
Algunos investigadores no están de acuerdo con esta definición de trauma, pero pueden estar de acuerdo con la idea de que el trauma puede inducir síntomas fisiológicos como entumecimiento, dolor, pesadillas, recuerdos retrospectivos y conducta de evitación.
«Ya sea que el trauma esté relacionado o no con el evento o la condición que originó su dolor, tener una condición de dolor crónico es traumático en sí mismo«, escribe Maggie Phillips, autora de Reversing Chronic Pain.
Y dado que nuestro sistema nervioso entra en modo de supervivencia durante el trauma, puede ser difícil recuperarse.
«La investigación ha demostrado que, en condiciones normales, muchas personas traumatizadas, incluidas víctimas de violación, mujeres maltratadas y niños maltratados, tienen un ajuste psicosocial bastante bueno«, dice el Dr. Bessel van der Kolk, un reconocido experto en trauma.
«Sin embargo, no responden al estrés como lo hacen otras personas. Bajo presión, pueden sentir (o actuar) como si estuvieran traumatizados de nuevo«.
Pocas personas quieren que se les diga que su dolor es de origen psicológico o emocional, pero hay bastante evidencia que lo respalda. Los estudios sugieren que, para ser efectivo, el dolor debe abordarse desde una perspectiva biopsicosocial.
seryhumano.com / Juan Kiklikian
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