Por Dottie Billington
«Exuberancia es hermosura.» William Blake
El hijo de mi amiga Rose Ann, de veintiocho años de edad y golfista profesional, trabaja con hombres y mujeres de todas las edades, desde muy jóvenes hasta muy ancianos. Un día, ella se mostró acongojada con él, por el temor de estar envejeciendo; le preocupaba perder su buen aspecto. El hijo le contestó: “Mamá, una mujer es atractiva para mí a cualquier edad, con tal que tenga buen carácter, un corte de pelo de buen gusto, y buena condición física”.
En cuanto a mí, otro tanto puede decirse de los hombres. Lo que queremos decir es que la persona siempre puede ser atractiva. Tendemos a añadir kilos a medida que se añaden años, pero eso no está del todo mal. Si usted adelgaza demasiado, su cara envejece. El secreto consiste en permitirse aumentar de peso solo lo suficiente para mantener el rostro y el cuerpo en su mejor aspecto.
Por encima de todo, aspire a la mejor condición física posible. Una postura alta y altiva proclama vigor y vitalidad. No hay nada tan atractivo como la exuberancia física y psicológica que resultan del famoso ejercicio físico.
¿Cirugía plástica? Si algo de tejido flojo le molesta, ¿por qué no esconderlo aquí y ahí, si las finanzas lo permiten? ¿Teñirse el pelo? Si eso le hace sentirse mejor, ¿Por qué no? La vanidad tiene una faceta saludable (no importarnos cómo nos vemos es uno de los síntomas de depresión). La imagen de nosotros mismos es parte de lo que somos. Querer alcanzar toda nuestra plenitud en todos los aspectos es indicio de una vida adulta saludable y vigorosa.
Quizás desee leer: Empiece con el día de hoy
Pero la gran diferencia en el aspecto que se tiene procede de lo que hay en el interior. Si usted está haciendo cosas interesantes, ejercicio, buena comida, fomento de relaciones, modo de pensar positivo y sentirse a gusto consigo mismo, usted se verá maravilloso.
Intente hacer esto:
- Ponga por escrito nombre de personas maduras que conozca o haya observado, que todavía conserven un atractivo maravilloso.
- Luego, anote nombres de personas que no hayan conservado su atractivo (tal vez debería omitir a quienes hayan sufrido una enfermedad o tragedia debilitante).
Al lado de cada nombre, ponga una marca, si:
1.- Hacen ejercicio en forma regular.
2.- Controlan su peso de manera consciente.
3.- Observan una dieta saludable y bien balanceada.
4.- Piensan en forma positiva.
5.- Se interesa sinceramente por los demás.
6.- Devuelven algo a su comunidad.
7.- Valoran las buenas relaciones y se esfuerzan por mantenerlas.
8.- Tienen la mente activa y estimulada, gracias a variados intereses y actividades.
9.- Son personas de buen carácter.
Comparte ahora los nombres que tengan la mayoría de marcas. ¿Nota usted que se van formando patrones? ¿Puede pensar en otras diferencias entre las dos listas que no se hayan incluido aquí?
A medida que vamos madurando, nuestros rasgos físicos pierden importancia en cuanto a determinar lo atractivo que somos. Lo que adquiere precedencia es la clase de personas que somos y el modo como decidimos llevar nuestra vida.
«Si uno se conduce hermosamente, no puede menos que emitir hermosura.» Anónimo
seryhumano.com / Dottie Billington
Si quiere recibir en su celular esta y otras informaciones y artículos descargue Telegram, ingrese al link htts://t.ime/seryhumano y dele clic a +Unirme
