A lo largo de la historia, emplear la mano izquierda en lugar de la derecha ha constituido una fuente de problemas para gran parte de la población. De hecho, durante muchos años, los zurdos, calificados de «siniestros», torpes y malvados, fueron obligados a aprender a utilizar la mano diestra para encajar en la sociedad.
Sin embargo, tal y como podemos leer en el blog «Xataka Ciencia», personajes históricos como Leonardo da Vinci, Beethoven, Gandhi Barack Obama o Hugo Chavez han formado parte de ese 10 por ciento de la población mundial que prefiere usar la mano izquierda, a pesar de que ello conlleva algunos inconvenientes que no tienen que soportar los diestros.
Manejarse en un mundo diseñado casi exclusivamente para diestros —desde el diseño de tijeras y abrelatas hasta la ubicación de las canceladoras en metros y autobes (en España) — supone un gran número de pequeños problemas a los que un zurdo tiene que enfrentarse a diario.
El hecho de ser zurdo, además, puede no ser solo una incomodidad sino también una señal de diferentes trastornos autoinmunes o relacionarse con diversos trastornos del comportamiento, según señala la doctora Joan Liebmann-Smith en el libro «Escucha tu cuerpo».
La mayor probabilidad de padecer determinadas enfermedades podría deberse a una exposición a niveles anormalmente elevados de testosterona en el vientre materno, que se cree que puede influir en la elección de la mano dominante, mientras que los problemas de conducta pueden ser la consecuencia de que los padres o los profesores hayan intentado obligar a los niños zurdos a emplear la mano derecha.
Por suerte, ser zurdo también lleva aparejado algunas ventajas, como poseer mejor memoria que los diestros, cierta ventaja en la práctica de determinados deportes como el boxeo o el tenis y una mayor capacidad visual-espacial. Algunos estudios señalan que son más creativos y aseguran que el porcentaje de zurdos en profesiones como matemáticos, músicos, arquitectos y artistas su porcentaje es mucho mayor que en otras en las que la imaginación es menos necesaria.
En lo que respecta a las diferencias fisiológicas, un estudio médico publicado por la revista médica británica «The Lancet», señala que los zurdos tienen menos propensión a desarrollar artritis y presentan un mayor desarrollo en algunas regiones del hemisferio derecho de sus cerebros, lo que hace que el tiempo de transmisión de señales entre ambas partes de este órgano sea más rápido.
Con ventajas e inconvenientes, parece que tras siglos de vergüenza, ser zurdo comienza a ser visto con total normalidad e, incluso, un motivo de orgullo que cada 13 de agosto se traduce en la celebración del Día Internacional de los Zurdos.
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Fuente: abc.es.com