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El Comité Noruego ha comunicado este viernes uno de los galardones más prestigiosos de la academia, el Nobel de la Paz

Paz

Este 2020 ha recaído en el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la cual tiene su sede en la ciudad de Roma, capital de Italia.

Al parecer, la noticia ha sido recibida con algarabía  por el organismo, especialmente porque no esperaban ser los elegidos.

No es la primera vez que una organización es la ganadora de este premio en lugar de ganarlo un individuo. En anteriores ocasiones  lo han ganado otras agencias de la ONU como por ejemplo el Comité Internacional de la Cruz Roja el cual se ha llevado el premio a casa, tres veces.

Según el deseo de Alfred Nobel creador de los premios, el Nobel de la Paz debe reconocer a quienes hayan contribuido a la eliminación o reducción de armamentos, al que logre que pueblos en disputa se comporten como hermanos o a los que contribuyan a la paz

Este año se escucharon candidatos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su (polémica) gestión de la pandemia de covid-19, la jovencísima activista medioambiental sueca Greta Thunberg, la primera ministro de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, incluso el que hace menos de un mes fue envenenado con un agente nervioso, el opositor ruso Alexei Navalni.

Y es que ganara quien ganara este año ningún candidato superaba las características del primer ministro etíope Abiy Ahmed, que fue premiado el año pasado, por el proceso de paz con su vecina Eritrea.

Hagamos un poco de historia

El Comité Noruego en otros años ha entregado el Nobel de la Paz a activistas medioambientales, como en 2004 a la keniana Wangari Maathai o al exvicepresidente estadounidense Al Gore en 2007.

Tampoco hay que  olvidar el alto componente político o polémico que a veces ha tenido este premio, con ganadores como Barack Obama o la birmana Aung San-Suu Kyi.

Y quizá para intentar alejarse de esa polémica, también ha reconocido activistas, como Desmond Tutu, Andrei Sajarov o a la madre Teresa de Calcuta.

La inclusión de activistas entre los galardonados comenzó en 1952, cuando el ganador fue Albert Schweitzer, fundador de un hospital en Gabón, en África Central. Una decisión que por sí misma trajo cierto debate porque se consideró que hubo un cambio de rumbo de la intención original de Nobel o lo que se entendía que se debía hacer para poder ganarlo. Pero eso es historia.

Volvamos al Nobel de este año

El jurado ha subrayado que la erradicación del hambre es uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Y es que en 2019, había 135 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda, el número más alto en muchos años.

Por lo tanto la necesidad de solidaridad internacional y cooperación multilateral es más evidente que nunca. Por lo que el Comité Noruego del Nobel, hace este  reconocimiento al Programa Mundial de Alimentos por su destaca labor y así impedir el uso del hambre como arma de guerra y conflictos.

También ha señalado que el mundo correría un riesgo de sufrir una crisis de hambruna de proporciones inconcebibles, si el Programa Mundial de Alimentos y otras organizaciones de asistencia alimentaria no recibieran el apoyo económico que necesitan.

El Comité reconoció  la impresionante capacidad del programa para actuar también en plena emergencia sanitaria, que a consecuencia de la pandemia del Covid ha habido un drástico repunte en el número de víctimas por hambre.

¿Quieren saber un par de datos curiosos del premio de este año?

Según el Instituto del Nobel, este año fueron nominadas 318 candidaturas, de las cuales  211 fueron personas individuales y 107 organizaciones;  pero no se conocerá la lista completa hasta dentro de 50 años. Lo que sí podemos conocer ahora es que entre los nominados más polémicos estaría el presidente estadounidense Donald Trump, por su labor como mediador para alcanzar el acuerdo de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.

Que sería menos extraño  que ganar un Premio Nobel de la Paz y pasar todo un mandato en guerra. ¿No les parece?

En fin, si hablamos del premio en dinero contante y sonante, sabemos que este año cuenta con un  monto de diez millones de coronas suecas, que son aproximadamente casi un millón euros.

Ya los ganadores del  Nobel de economía de 2020 que serán anunciados el próximo lunes 12 de octubre, le podrán decir (en un supuesto negado)  a los del  Programa Mundial de Alimentos cómo podrían invertir todo ese dinero para conseguir que más personas en este mundo dejen de pasar hambre y no mueran en el intento.

seryhumano.com

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