“Porque Él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su prado y las ovejas de su mano. Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto.” Salmos 95:7-8
Dios, mi fuerza y mi refugio, el origen y finalidad de mi vida, bendito eres mi Señor.
Tú me llenas de vida y oportunidades, el gozo que mana de tu espíritu es radiante, yo te doy gracias por tantas bondades que me das.
Tus gracias vienen a mi alma como el vuelo grácil de un pájaro, como la danza de una bailarina, es corriente de agua que sana y refresca, es el majestuoso movimiento de las estrellas y planetas, el movimiento del Espíritu Santo siempre obrando en mi vida.
Gracias Dios por tantas bondades, gracias por siempre estar ahí, gracias por hacerme feliz.
Dios, que las benditas Almas del Purgatorio reciban de ti la gracia de su salvación y purificación, y que formen parte del coro de ángeles que eternamente te alaba.
Gracias Dios.
Amén, amén y amén.
¡DIOS NOS BENDIGA!
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Padre Nuestro en latín – Pater Noster
Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a Malo.
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