Por Omar J. Valdés
Lectura: Job 42:5-6

Los seres humanos por más de dos mil años han querido ponerle un rostro a Dios, en las obras de arte de antaño trataron de darle una fisonomía basada en la época, pero las Escrituras no dan una idea de los rasgos de la cara de Dios.
El profeta Isaías en su conocido capítulo 53 versículo 2 dice: “No hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos”, era un hombre corriente sin nada que llamara la atención.
Ahora vemos algo interesante, Job menciona que conocía a Dios de oído; hoy en día, ¿cuántos pueden decir lo mismo? Probablemente muchos, inclusive algunos en nuestras congregaciones, nuestras familias, amistades, compañeros de trabajo, nuestra ciudad, nuestro país.
Pero ahora bien la declaración más importante de este versículo “Más ahora mis ojos te ven”, Job estaba cara a cara con Dios.
Pocos han tenido esta oportunidad tan preciosa, Moisés, Isaías, Pablo, el apóstol Juan…esto me recuerda el himno, “En presencia esta Cristo”, donde relata, “ver su rostro que será, cuando en fin el pleno gozo mi alma le contemplará” y la canción contemporánea “Puedo imaginarme” donde se comenta cual fue nuestra reacción al estar frente a Él, que sublime y maravilloso será.
¿Cómo podemos alcanzar este momento? Creyendo en Él, como escribió el apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo en 1 Co. 15: 3-4, “Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”, ¿Qué esperas?
El Señor se acerca no esperes más, ¡Hoy es el día de tu salvación!
Fuente: Alimento para el Alma, Volumen 17
Si quiere recibir en su celular esta y otras informaciones y artículos descargue Telegram, ingrese al link htts://t.me/seryhumano y dele clic a +Unirme