Aunque sentí como si a Peter Jackson lo apresuraron para hacer esta nueva trilogía, me alegré de haber vuelto a la Tierra Media. Pero esta vez hablo de la Tierra Media del pasado antes de que los eventos de la trilogía original del SEÑOR DE LOS ANILLOS ocurrieran, donde un humilde Hobbit de nombre Bilbo Bolsón (Martin Freeman, quien nació definitivamente para ser un Hobbit) es buscado por Gandalf (Ian McKellen) para que se una a él y a un grupo de Enanos para tratar de recuperar el pueblo de Erebor, el cual es usurpado por un poderoso dragón de nombre Smaug. Este es un nuevo viaje de descubrimiento, aunque ya conocemos a los Elfos y a los Orcos, pero hay un nuevo y poderoso villano en esta aventura.
McKellen and Freeman tienen una buena química. También aparece un personaje del grupo de los Enanos llamado Thorin Escudo-De-Roble (Richard Armitage), quien es el líder de un grupo de rebeldes enanos para recuperar el trono de Erebor. Como fanáticos de la trilogía original del SEÑOR DE LOS ANILLOS, nos quedamos encantados de ver rostros familiares como Galadriel (Cate Blanchett), Saruman (Christopher Lee), Elrond (Hugo Weaving), el anciano Bilbo (Ian Holm) y Frodo (Elijah Wood). Oh, y no olvidemos al siempre malvado Gollum (el maravilloso Andy Serkis) quien, junto a Bilbo / Freeman, nos muestran quizás el momento primordial de la película donde ellos juegan una especie de charadas en el cual, si Gollum gana, se devorará al pobre Bilbo. Por supuesto que las escenas de batallas son espectaculares, especialmente el prólogo donde el dragón Smaug ataca a Erebor.
Me encantaría otorgar a esta cinta cinco estrellas, de cinco. Sin embargo, la razón por la cual no lo hago es porque, como lo indiqué antes, Peter Jackson parecía haber tenido contratiempos para hacer esta película; en especial, ya que él no quería volver a tener nada que ver con el mundo de la Tierra Media pero, a medida que el film avanza, el ritmo toma una dirección apropiada y el espectador llega a sentirse a gusto. Los efectos visuales de WETA son de primera línea, como siempre. La fotografía de Andrew Lesnie es maravillosa y la partitura musical del siempre brillante Howard Shore es simplemente asombrosa. Una vez más, es como regresar a casa en un viaje a través del tiempo, hacia el pasado. Y como siempre, espero las dos películas con ansia y estoy seguro que cimentarán el camino hacia otra gran trilogía clásica.
seryhumano.com / Luis Miguel Ramos