Por Jacinto Sergent

Todas las mañanas, luego de preparar el desayuno, alimentar a los mascotos, palabra de uso exclusivo entre Gio, Guille y yo para referirnos a Rambo y Lunes, ahora a Copito o Ashdi que llegó en enero para sacar a Rambo de su espera, tal vez ellos, los mascotos, ven más cercano el regreso a la vida, cuestión de fe.
Pero luego de alimentarnos los cuatro, también existe Conchita, la única hembra de la casa que vive en el patio debajo de una teja, aunque ya le falta poco para cambiar de teja a un espacio mayor porque su caparazón ha crecido en dos años, no tanto, pero ya Rambo no la puede cargar en su hocico y en cambio Ashdi se ha interesado en ser su amigo, ese luego después del desayuno es encender el computador para estar productivo.
No es sencillo eso de la productividad en un país del “nunca jamás” (eso no pasará aquí), donde la orden del día es caminar tanto como corrió “Forrest Gump” mientras se alejaba del rotundo NO que Jenny le dio de respuesta a su propuesta matrimonial; pero aquí solo se camina con la idea de encontrar otro país donde sea posible la felicidad luego de la jornada laboral.
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Lunes se sentaba a mi lado, con su clásica calma, tomando mi mano con las suyas en señal de “aquí estoy produciendo contigo” con sus ojos cerrados y deseos solidarios de éxitos. Durante mucho tiempo logró sus buenos deseos, su apoyo trajo buenos resultados.
Ashdi todavía no ha interpretado ese asunto de la compañía en el Pc y los buenos deseos solidarios, el gatito me quita el mouse y apaga el monitor.
Parte de las tareas es estar conectado con el mundo virtual. Con ese mundo de imágenes de personas conocidas. De alguna manera debemos mantener esas conexiones, pues la tendencia es que todos seamos una especie de “Los Supersónicos” pero sin comiquitas ni autopistas de autos voladores.
Creo que lo más acertado es eso de las video llamadas, caminar sobre cintas sin salir de casa, encontrar esos cascos integrales de plástico que cubran nuestras cabezas para poder acercarnos a los demás.
Ya no sé qué carrizo venderemos porque ahora todos vendemos, pero nadie compra otra cosa que no sea comida o ropa. Y eso de la ropa seguirá siendo negocio si logramos volver a salir de la casa.
Las fotos de los mascotos tienen mejores respuestas que los intentos de cumplir las tareas, pues casi no hay tareas específicas o lo que se ofrece ya no es necesario o muchos ahora lo venden.
Tiene lógica, con tantas personas que se quedaron en casa y sin producción ahora hacen lo que producían para otros y procuran ofrecerlos por las redes; pero las fotos de los mascotos atraen más. Lunes y Rambo tienen sus círculos de fans.
Lo mejor es que ahora las personas interpretan la personalidad a través de las fotografías y cuando tienes mascotos te miran con mejores ojos porque quien ama a los animales no puede ser mala persona. A veces hay competencias de fans, unos a favor de Lunes, otros a favor de Rambo, a veces se colea Conchita la silenciosa.
La vida en respeto a la Biodiversidad comienza en nuestro entorno inmediato, así sea desde el pensamiento diario, en buenos deseos de supervivencia “inclusiva”. Debemos apoyarnos así como todas las especies vivas, animales y vegetales, nos incluyen en eso de sobrevivir, total ellos llevan milenios soportándonos como su mayor depredador. Debemos apoyarlos en vez de abandonarlos.
No es tan complicado alimentarlos, es hasta más fácil y económico, tanto que es suficiente compartir nuestros alimentos con ellos. En los momentos de encierro y soledades, se han vuelto los mejores compañeros, dadores de afectos y receptores, también, de muchas de nuestras molestias.
Todos merecemos la compañía de mascotas, son puro amor.
seryhumano.com / Jacinto Sergent
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