Por Norayma González
Anécdota
Marina con nueve años, le llamo la atención el escritorio de su mamá. Su madre maestra de primaria, tenia ese secreto de no llevarse trabajo «escolar» a su casa. Es lo que pensaba fehacientemente su hija.
Marina a esa edad, nueve años, amplió su mirada y allí estaba:
» Unas carpetas de colores con dos palabras: Táctica y Estrategia. » De inmediato , Marina consultaría el diccionario sobre ellas para dirigirse de modo apropiado a su madre. Ella, en particular, no aceptaba preguntas inútiles. NO se sabe, si es una táctica de educar con clase. Y la estrategia, en este momento, era una total intriga para Marina . Así que, allí la madre de Martha no encajaba.
Al instante Marina se percató, que en casa, la táctica era ser creativo en las horas libre del mundo infantil.
Estrategia, esa palabra se paseaba como un personaje inexplicable en la biblioteca de la estancia familiar. Hasta ese día de las carpetas de colores pasteles sobre la mesa color blanco marfil, con pose renacentista, medio cuerpo exhibiéndose, el rostro mirando por una ventana, y los ojos como cenotes, llenos de perspectivas y fecunda armonía entre el silencio y la voluntad de lograr un objetivo.
…en esa escena, Marina, por primera vez, observó en su mamá el dilema de ser estudiante de la universidad. Saber de pedagogía y didáctica, otras palabras más para el alfabeto de la psique que debía elevar puentes y anclar vidas al presente.
Quizá le interese leer de la misma autora: La servilleta de una boda
La madre de Marina, llevaba años , quizás su edad infantil , estudiando para obtener aquel título universitario que sopesaba su labor profesional, esa franqueza que usa el ser humano para que otros lean su talento. Y tan simple que es el talento, es y está. Que el mundo lo acepte es otro tema. Y demostrarlo es ubicar una estrategia _ social _ darle certeza de pertenencia.
AQUÍ,
Marina entendió, que su mamá, no pertenecía, o lo simulaba bien. No pertenecía al mundo de madres con atención a los hijos, a sus necesidades primarias, a su elocuente día infantil sin parsimonias ni deber. En ese epicentro, esa mamá era presencia útil para respuestas justas.
En ese espacio útil, Marina conjugaba la estrategia del momento, – la voz de ella, indicaba :
– «Marina ven a ordenar el escritorio, esas carpetas por colores que debo llevarme«-
Marina al acecho, ¡¡se permitía saber qué contenían las carpetas!!, : Leyó el titulo:
MARIO BENEDETTI, AUTOR DEL POEMA TÁCTICA Y ESTRATEGIA
Esta prístina anécdota de Marina, pertenecía a su madre Martha, como una despedida, ha leído en su honor.
seryhumano.com / Norayma González
Si quiere recibir en su celular esta y otras informaciones y artículos descargue Telegram, ingrese al link htts://t.me/seryhumano y dele clic a +Unirme
