Cultura del Ser

estudiantes_vnzlaMás vale acabar con las querellas, pues, muy a menudo, el resultado es fatal para ambas partes.

Un fuerte verano arreciaba en las planicies africanas y los animales andaban de un lado a otro en busca de agua para calmar la sed. Luego de varias horas de fatigosa marcha, un tigre y un jabalí llegaron por distintos caminos a la misma fuente de agua.

En cuanto la vieron, se lanzaron rugidos de guerra, y olvidándose por completo de la cortesía y los buenos modales, corrieron hacia la fuente con la intención de beberse cada uno primero que el otro todo el líquido que le cupiera.

El jabalí llegó antes que el tigre, pero en cuanto se disponía a beber el tigre lo alcanzó y lo derribó de un zarpazo. Enfurecido, el cerdo salvaje se le enfrentó al felino y los dos se trabaron en un feroz combate.tigre y jabalí

Luego de un buen rato de rasguñarse y morderse mutuamente, causándose toda clase de heridas, ambas fieras se sintieron cansadas y se separaron por un momento. Entonces descubrieron que una bandada de aves rapaces hambrientas en unos árboles cercanos aguardaba a que una de las dos cayera derrotada para lanzarse a devorarla.

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Como no estaban seguros de cuál de los dos iba a sobrevivir ya que el combate estaba muy parejo, el tigre y el jabalí tomaron la inteligente decisión de dejar de pelear para ir a beber juntos en la fuente, pues al fin y al cabo había sitio para los dos.

seryhumano.com / John Paul Kiklikian

Fuente: Esopo

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