José Gutiérrez Solana (1886-1945) nació y creció en Madrid, y su obra refleja sus vivencias en la sociedad española de la época.
En 1900, ingresó en la Real Academia Española de Bellas Artes de San Fernando, y cuatro años más tarde pasó a ser miembro de la generación del 98 (un grupo de escritores y pensadores que intentaban devolver a España su lugar como potencia intelectual y literaria ante la catástrofe sociopolítica poscolonial.
Las pinturas de Solana reflejan la actitud sombría e irónica del grupo. Fueron varios los artistas que eligieron un payaso como elemento paródico: el héroe trágico que, con su máscara cómica, representa la lucha del arte por superar las críticas modernas.
Con su mirada impávida y distante, los payasos despiertan un sentimiento ambivalente que oscila entre la amenaza y la tragedia. Trazados con un estilo preciso y lineal y coloreados con la paleta apagada típica de la obra de Gutiérrez Solana, los personajes parecen mecánicos y potencian el aire surrealista delo cuadro.
Solana acusó la influencia de Goya y del artista barroco Juan de Valdés Leal. Por lo general, se dedicó a pintar temas cotidianos que transmitían una profunda tristeza.
Esta obra está exhibida en Madrid, en el Museo Centro de Arte Reina Sofía; data de 1919 y es un óleo sobre lienzo de 96,5 x 121,9 cm.
seryhumano.com / Tamsin Pickeral