Una sociedad es libre en su totalidad cuando aparta las cadenas de la esclavitud de su propia pasividad, de su propia indiferencia.
Cuando retoma los valores de la convivencia y la solidaridad, del respeto y la tolerancia.
El servilismo político y militar con el que hemos vivido atados durante más de 100 años, en complicidad con la avaricia y el abuso de algunos civiles, se ha vuelto cada vez más pesado que las propias cadenas.
Y mientras sigamos siendo pasivos e indiferentes esa esclavitud será interminable.
seryhumano.com / Rafael Salas