Para el apartamento privado del papa Julio II, Rafael (Raffaello Sanzio, 1483 – 1520) pintó este fresco, una especie de reunión escolar de los grandes motores intelectuales de la Antigüedad. La Sala (la stanza della Segnatura) había albergado el tribunal eclesiástico, y la intención del papa Julio II era decorarla con los retratos de los grandes pensadores de la Antigüedad, tanto cristiana como pagana. En la pared de enfrente está La disputa del Sacramento, que se acabó primero.
La Escuela de Atenas, uno de los frescos más importantes que se conserva, supera con mucho la simple veneración. Como en La Última Cena de Leonardo, el marco arquitectónico que se cree inspirado en el proyecto de Bramante para la antigua basílica cristiana de San Pedro) es imponente pero lo suficientemente ligero para no intimidar a quien lo mira desde abajo.
El centro de La Escuela de Atenas está ocupado por Aristóteles (con su Ética apoyada en una pierna) y por Platón, quién señala el cielo y lleva en su otra mano su Timeo.
Un poco más abajo, Pitágoras, sentado, hace dibujos geométricos, Diógenes se apoya en las escaleras y el pesimista de pesimistas Heráclito _ en quien se ha visto un retrato de Miguel Ángel, que a la sazón estaba trabajando en el techo de la capilla Sixtina _ escribe pasivamente en un banco de mármol.
Tolomeo ocupa n lugar de relieve, con sus esferas celestiales. Euclides enseña con paciencia a la siguiente generación de alumnos.
El tema general de la obra, y de toda la sala, es la síntesis y celebración de los pensamientos material (griego) y espiritual (cristiano). Pintada entre los años 1510 y 1511, es un fresco de 770cm (anchura de la base) y expuesto en el Museo Vaticano en la Ciudad del Vaticano.
seryhumano.com / Steven Pulimood