Catarsis es una palabra griega que significa purificación y que es utilizada en la psicología para explicar el proceso de liberación de las emociones negativas.
Este término obtuvo mucha importancia en el mundo del psicoanálisis cuando Breuer, originó un tipo de terapia que se basaba en la liberación emocional, y posteriormente Freud desarrolló este método en su teoría psicoanalítica. Sin embargo, este término no sólo ha sido utilizado por el psicoanálisis sino también, es utilizado para definir el efecto terapéutico que posee la expresión de emociones, así como las terapias psicológicas que utilizan la liberación emocional en momentos de bloqueo.
Historia del término catarsis
La palabra catarsis deriva de cátaros que significa “puros”. Este era el nombre que se les otorgó a un grupo religioso de la edad media disidente de la iglesia católica, el cual alcanzó su mayor difusión en el sur de Francia Posteriormente, este término fue utilizado por el campo de la medicina para referirse a la limpieza física del cuerpo. En medicina, un purgante tiene un efecto catártico en la medida que elimina elementos perjudiciales como parásitos o intoxicaciones.
Años después, Aristóteles utilizó este mismo término en sus obras para referirse a una purificación espiritual. De hecho, el conocido filósofo griego vinculó el término a la tragedia literaria, defendiendo que cuando un espectador veía una obra de teatro trágica, visualizaba sus propias flaquezas de espíritu y sus cargos de consciencia en los actores. De este modo, a través de lo que él denominaba catarsis, el espectador se liberaba de sus emociones negativas al ver como otras personas tenían las mismas debilidades y cometían los mismos errores que ellos.
Finalmente, a finales del siglo XIX, los psicoanalistas Sigmund Freud y Josef Breuer adoptaron este término para hacer referencia a un tipo de psicoterapia que se basaba en la liberación de las emociones, purificando la mente de pensamientos y sentimientos arraigados y perjudiciales.
Catarsis y el psicoanálisis
La catarsis era un método que en un principio se acoplaba a la hipnosis y consistía en someter al enfermo a un estado en el que rememoraba escenas traumáticas.
Cuando el paciente era sometido a este estado y recordaba los momentos traumáticos de su vida, conseguía descargarse de todas las emociones y los efectos nocivos que le causaban esos traumas.
Hay que tener en cuenta que el psicoanálisis se basa en el subconsciente (esa información que está en nuestra mente pero que no somos conscientes de ella) para explicar los problemas psicológicos. De ese modo, las terapias del psicoanálisis iban ligadas a trabajar sobre el subconsciente y uno de los métodos era lo que se conoce como catarsis, la cual se solía aplicar una vez el paciente estaba hipnotizado.
La hipnosis es una técnica que se basa en inducir una relajación extrema en la que la persona no hace caso a ningún estímulo exterior y centra toda su atención en sus pensamientos. De hecho, muchos de nosotros podemos experimentar un estado de hipnosis en cualquier momento sin que nadie nos lo induzca. Esos momentos en los que pareces estar en tu mundo, no te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor y estás muy sumergido en tus propios pensamientos son los que definen el estado hipnótico.
Freud pensaba que las alteraciones psicológicas se producían cuando no superábamos algún evento traumático de nuestras vidas y este se quedaba integrado en nuestro subconsciente en forma de emociones y sentimientos desadaptados. Es por ello que postuló que la mejor forma para curar psicopatologías (especialmente la histeria) consistía en inducir la expresión de esas emociones que no somos conscientes que tenemos (la catarsis). Sin embargo, el método catártico no siempre ha ido ligado a la hipnosis ya que Freud se dio cuenta que muchas veces no era capaz de inducir estos estados en pacientes muy nerviosos.
Así que empezó a utilizar la catarsis de forma independiente a la hipnosis, y consistía en hablar sobre los eventos traumáticos de la vida de una persona para que esta pudiera liberar sus emociones más internas.
Catarsis emocional
Si algo nos ha enseñado la teoría psicoanalítica de Freud y el método de catarsis que utilizaba para técnica psicoterapéutica para solucionar problemas psicológicos es que la expresión de emociones juega un papel fundamental en el bienestar psicológico de las personas.
En la sociedad en la que vivimos, a menudo no está bien visto la expresión incontrolada de emociones, ya que a la vez cumplen un papel comunicativo.
Nos suelen enseñar que no está bien llorar en público ni que la gente nos vea anímicamente mal. Muchas veces procuramos dar una imagen de fortaleza y bienestar ante los demás, sin mostrar nuestras debilidades. Esto hace que muchas veces realicemos esfuerzos para esconder nuestras respuestas emocionales e incluso podemos caer en la dinámica de reprimirlos y vivir en “piloto automático”, intentando obviar los sentimientos que tenemos.
Si nos fijamos, este proceso que podemos vivir de forma habitual muchos de nosotros tiene semejanzas con las teorías de Freud que postulaban que lo seres humanos tenemos tendencia a guardar en el subconsciente emociones y sentimientos importantes. Esto puede hacer que vayamos acumulando emociones y sentimientos no expresados y lleguemos a un momento en el que no podemos más, nos sentimos cansados y con ganas de dejarlo todo.
Ese día las emociones se desbordan, dejamos de controlarlas y nuestro estado de ánimo se puede ver alterado, iniciando incluso un estado depresivo u otro tipo de alteración psicológica que nos causa malestar. En ese momento nos sentimos controlados por las emociones, sin fuerza para afrontarlas y sin seguridad para continuar con nuestras vidas y perdemos nuestro auto-control.
Si fijamos esta “explosión emocional” viene dada por un cúmulo de vivencias y de periodos de nuestra vida en los que no hemos realizado todas las expresiones emocionales que necesitábamos. Además, la catarsis emocional muchas veces va acompañada de pensamientos auto-exigentes o ideas de fortaleza que nos impiden asumir que en un momento determinado estamos emocionalmente inestables. Sin embargo, al contrario de lo que pueda parecer, esta catarsis emocional no es perjudicial sino es que es muy beneficiosa para nuestra salud mental, ya que nos permite liberar sentimientos a través de nuestras expresiones emocionales.
A pesar de ello, más saludable que realizar una catarsis emocional es evitar llegar hasta el punto en el que la necesitamos, es decir, es mucho mejor tener un estilo de vida emocional en el que podamos ir liberando nuestras emociones que llegar a un punto en el que hemos acumulado tantas que las tenemos que liberar todas de golpe.
La liberación y la expresión de emociones tiene un alto valor terapéutico, por lo que si lo hacemos de forma habitual tendremos un mejor estado psicológico, pero si no lo hacemos nunca, nuestra salud mental puede verse perjudicada.
Para potenciar nuestra liberación emocional, debemos adquirir un estilo de vida que defienda la expresión de cada emoción y sentimiento que tengamos en cualquier momento; aceptándola, valorándola y evitando pensamientos de que nos impidan mostrarnos como una persona sentimental.
¿Y cómo podemos conseguirlo?
No vale empezar a expresar nuestras emociones sin ningún tipo de miramiento, ya que una mala expresión emocional nos puede ocasionar tantos o más problemas que la ausencia de expresión emocional.
El objetivo debe ser encontrar esas comportamientos que nos permitan expresar nuestras emociones de un modo saludable y que no originen daño a nadie. Es muy importante saber dónde expresarlas, gritarlas, llorarlas, hablarlas y controlarlas.
Tener un sitio en el mundo donde puedas liberarte de todas tus emociones sin ningún tipo de prejuicio o miedo es una herramienta terapéutica altamente eficaz. Es lo que muchos denominan inteligencia emocional
No tener miedo al sufrimiento, a las emociones o la forma en que expresamos nuestros sentimientos es el primer paso para conseguir el bienestar psicológico.
No temer a nuestras propias emociones, ya que éstas forman parte de nuestra vida y de nuestra forma de ser, y si las obviamos, quizá sobrecargaremos demasiado nuestra mente de sensaciones reprimidas.
seryhumano.com / Marcel Gratacos
Fuente: lifeder.com