“La angustia del ruido del motor se desvanece”
Sábado, 15 de febrero de 2003. Henry Perowne, famoso neurocirujano _se codea con el primer ministro Tony Blair_ y satisfecho hombre de familia, se despierta abruptamente a primera hora de la mañana y se acerca a la ventana del dormitorio de su perfecto hogar londinense. Mediante la acumulación de unas imágenes meticulosamente construidas _ la facilidad con la que “el agua fresca recorre las cañerías” y “las aguas residuales se alejan en un instante de olvido _ “experimentamos su euforia y saltamos a un día en la vida y la mente de un exitoso hombre de mediana edad.
Sin embargo, un augurio, en forma de cometa _en realidad, un avión envuelto en llamas_ se cruza en el campo de visión de Perowne y frustra sus expectativas de un merecido día de descanso al recordarle el 11 de septiembre y el terror que se apoderó de los cielos. McEwan ha abordado ya en novelas anteriores temas de hondo calado político y social como el Holocausto, la guerra fría y el thatcherismo, y Sábado es el terrorismo global y la posibilidad de que se produzca una carnicería en Irak lo que arroja una oscura sombra de “vida real” sobre su paisaje literario.
El avión incendiado aterriza sin ningún percance, pero el día de Prowne pronto sucumbirá al dominio del terror mucho más personal: el inquietante enfrentamiento con un matón callejero llamado Baxter. Mientras se dirige a jugar a squash y hacer unas compras para una cena familiar, su auto golpea el retrovisor de un BMW y su vida y la de otro conductor_ un matón con una enfermedad del cerebro que tan solo un neurocirujano reconocería_ quedarán unidas. Baxter y su siniestro amigo volverán para aterrorizar a la familia Perowne durante la noche. La anticipada correspondencia entre el trasfondo político y el plan de Baxter jamás llega a materializarse, pero quizás sea algo bueno. Sábado es la obra de un novelista en su mejor momento; dónde explora la vulnerabilidad de la vida humana ante los cataclismos como el terrorismo internacional.
Seryhumano.com/ Fuente: Margaret Healy (Profesora de Lengua Inglesa en la Universidad de Sussex)
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