El Ser y YO

Todos conocimos a alguna persona malagradecida en nuestras vidas. Aquellas personas que parecen suponer que nos pusieron en esta tierra para servirles o arreglar los líos en los que se meten. Estas personas esperan que otros recojan cuando se levanta de la mesa o les ayuden con sus cosas, pero jamás parecen llegar al “muchas gracias por ayudarme.”

Tampoco parecen estar contentos con la manera en que es su vida o con la gente que las rodea.

Entonces, ¿cómo evitamos transformarnos en la persona infeliz e ingrata características que observamos en otras personas? Identificando sus hábitos y realizando lo opuesto. Aquí hay seis hábitos de personas malagradecidas y cómo evitarlas:

1. Un individuo malagradecido siempre está en necesidad

La gente que no está agradecidas con nada siempre requiere algún tipo de asistencia. Ya sea que intente que le ayude con las facturas, cuidar a los niños o darles un aventón. Siempre requieren algo de ti. Están en un estado de emergencia perpetuo y ese que sale a “sacarle la pata del barro” tiende a ser uno.

2. La gente malagradecida no dispone de tiempo para ti a menos que necesite algo

La cosa es que a menos que necesiten algo de ti, jamás oirás algo de ellos. Ellos solo se acuerdan de tu amistad cuando están en problemas. Jamás los oirás decir “Eh, déjame llevarte a comer” o “déjame ayudarte con eso”. Si todo va bien, entonces por el momento no existes en su mundo.

No llames a amigos o familiares solo cuando necesites algo. Llega a la multitud. Pregúntales si requieren asistencia con algo o sencillamente sal y toma un café con ellos y conversa. Las relaciones construidas sobre la asistencia recíproca son fuertes y duran toda la vida.

3. La gente que no es agradecida espera siempre que les ayudes

Tienen la posibilidad de sentirse con derecho a tu asistencia, así sea, porque son familiares o porque creen que le deben algo por ser tu amigo. No son agradecidos porque sienten que han ganado tu asistencia y que solo les estás pagando de regreso.

Pueden haber hecho una sola cosa agradable por ti, solamente a modo, de sostenerla sobre tu cabeza por mucho tiempo y exprimir cada gramo de esa ocasión, para luego, hacerte sentir culpable. La familia, en vez de amigos, suele esperar que les ayudes.

No esperes que la gente te salve. Eres una persona fuerte independiente y resiliente, que significa, que eres capaz de ayudarte a ti mismo a levantarte después de una caída. Es genial cuando la gente ayuda o viene al rescate, y, estar muy agradecido cuando lo hacen, porque esas personas son raras de hecho, pero no te sientas en tu torre y esperes que alguien te salve. ¡Sálvate a ti mismo!

4. El planeta entero gira en torno a ellos y a su horario

Ah, y tienes que dejar todo lo que estés realizando en este preciso momento para ir a ayudarlos. Si se tratara de una emergencia inesperada, solo podría ser gracias a la mala y deficiente planeación de la persona malagradecida, la mala gestión del tiempo o la irresponsabilidad de su parte. Se equivocaron (de nuevo) y esperan que vayas corriendo para salvarlos justo este mismo segundo.

Si alguien está dispuesto a prestar voluntariamente su tiempo, para ayudarte con algo, entonces lo menos puedes llevar a cabo, trabajar tu horario cerca del de él o llevarlo a cabo en un tiempo en que los dos sean libres. Estar agradecidos por su asistencia significa comprender que su tiempo es tan precioso para ellos como el de él es para ti.

5. Un individuo malagradecido comúnmente muerde la mano que le alimenta

Sin importar toda tu asistencia, la gente ingrata se volverá contra ti. Hablarán detrás a tu espalda. Dirán que jamás los ayudas. Que hacen todo el trabajo y tú no haces nada. Sin importar todo lo que hicieron por ellos, le dirán a sus amigos u otros integrantes de la familia, la “persona horrible” que eres, con el objetivo de conseguir más simpatía de la gente que no pueden ayudar.

Si alguien te ayuda o hace algo satisfactorio para ti sin ninguna expectativa de recompensa, agradéceles siempre que poseas una ocasión. Algunas veces ser reconocido es recompensa suficiente.

6. Los malagradecidos siempre recordarán la vez que no les ayudaste

El que es malagradecido jamás te dejará olvidar que una vez, no pudiste ayudarlos. Da igual si fue debido a la falta de tiempo o de fondos. Ellos te culparán hasta el fin de los tiempos.

Si alguien no puede ayudarte ya sea por falta de recursos, conocimiento o tiempo, entonces entiende. Diles que estás agradecido de que estuvieran dispuestos a ayudar incluso si no eran capaces.

Todos necesitamos ayuda de vez en cuando, y nadie debe avergonzarse de pedir o recibir ayuda. Cuando eres capaz de devolver el favor en una fecha posterior, entonces, muestras agradecimiento. Si tienes personas verdaderamente especiales en tu vida que dan desinteresadamente y no piden ninguna recompensa, entonces, debes hacerles saber cuan agradecido estás de tenerlos en tu vida.

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Con notas de William Hernán Estrada Pérez