Otras

¡Despierta, despierta! Levántate, Jerusalén, tú, que has bebido de la mano del SEÑOR la copa de su furor, que has bebido el cáliz del vértigo hasta vaciarlo.

Isaías 52:1

Padre de misericordia, al despertar y ver un nuevo día, quiero iniciarlo dándote gracias y bendiciendo Tu Santo Nombre. 

Te pido Señor que me des la gracia de escuchar y obedecer tu Palabra, que todo lo que diga y haga, sea para la gloria y honra tuya.

Dame la alegría de corazón para saber vivir la vida, apartando de mí la amargura y las tristezas.

Que no guarde rencor en mi corazón y pueda reconciliarme con el prójimo, con aquel que me ha hecho daño o me ha ofendido. 

Dame la gracia de sentirme amado por Ti mi Dios, que este amor me motive para vivir con esperanzas de alcanzar y hacer realidad mis propósitos.

De igual forma te doy gracias por tantas bendiciones que he recibido de Ti, pues me has dado tantas cosas sin merecerlo, gracias por tu amor y generosidad.

  Consagro a tu protección y cuidado a mi familia, pidiéndote que proveas cada día para ella y les libres de todo peligro y de todo mal.

Todo esto te lo pido en nombre de Jesucristo nuestro Señor. Amén, Amén y Amén.

¡DIOS TE BENDIGA!

seryhumano.com

Enviado por Juan Kiklikian

Deja un comentario