Amado Padre nuestro gracias por permitirnos vivir un día más y contemplar este bello amanecer, gracias por tú inmenso amor y tus preciosas palabras: “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:
¡Abba, Padre! Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8: 14, 37-38).
Si papito eres lo mejor de nuestras vidas, te pedimos que nos llenes más profundamente de tu Santo Espíritu para poder disfrutar ser libres de la esclavitud, del temor clamando a ti en el momento de las pruebas teniendo la seguridad y la paz que sobrepasa toda circunstancia y todo entendimiento y, así vivir y disfrutar; ser más que vencedores en Cristo Jesús.
En su precioso nombre te lo pedimos y agradecemos.
Gracias porque nada ni nadie nos separará jamás de tu protección, de tu gran amor y de tú corazón.
Amén y Amén.
DIOS TE BENDIGA A TI Y A TUS SERES QUERIDOS.
seryhumano.com / Linda Kiklikian
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