Por Esther Perozo
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No solo en las mazmorras se torturan a las personas, los Zulianos y muy especialmente los maracuchos, sufren día a día una tortura física, moral y hasta psicológica, desde el siete de marzo con el primer apagón a nivel nacional, en la que padecemos cuatro días y cinco noches sin el servicio eléctrico, sin agua ni fría ni caliente, sin comida, sin internet para los puntos, sin telefonía.
Desde ese momento en el ZULIA se conoció la nueva y no menos espantosa leyenda urbana, tan siniestra y espeluznante como el Silbón, la Llorona , la Sayona, el Coco o el chupa cabras , ahora en pleno siglo XXI , los niños se aterrorizan con el nuevo monstro EL APAGON; Capaz de matar a niños y ancianos, jóvenes y no tan jóvenes, enfermos y sanos. Mueren de sed, en plena ciudad, mueren de calor por las altas temperaturas (40° grados centígrados) y con una sensación térmica de hasta 70°, como ya es conocida en la tierra del Sol Amada.
En esta tierra se duerme en los techos de las casas, en las azoteas de los edificios, en los pasillos y áreas comunes de los edificios, en las plazas, porches, y hasta dentro de los carros evitando el siniestro calor.
Desde los primeros días de marzo, los maracuchos salvo ciertas excepciones, vivimos el peor momento de nuestra historia de los últimos 10 años ya que, sin el fluido eléctrico tenemos una ciudad totalmente paralizada porque nada funciona.
Esta situación va más allá de los pésimos servicios básicos como el agua, gas, telefonía, transporte público desaparecido en un 80℅… Las colas en las estaciones de servicios son kilométricas, en los que muchos permanecen hasta más de 12 horas ya que, si no tienen plantas eléctricas, al irse la electricidad no es posible llenar los tanques, y hay que moverse a otra cola y así, hasta lograr llenar el tanque de gasolina. Las idas al banco se convierten en viacrucis, ir de estación en estación, en este caso de banco en banco porque no se sabe cuál contará con el servicio eléctrico, cuál tiene planta eléctrica, o sistema y cual tendrá el tan deseado efectivo.
Mientras tanto el ciudadano de a pie que no ha logrado abastecerse de combustible y no consigue transporte público o efectivo, para el mismo debe desplazarse caminando con las conocidas altas temperaturas de la ciudad, para luego llegar a sus hogares con la esperanza de tomar agua fría o el deseo de bañarse y descansar con su aire acondicionado prendido, pero como el deseo no preña, se ve frustrado y que ni Aladino y su lámpara Maravillosa puede cumplir, hasta que a los autodenominado La llave perfecta y la tan exitosa y competente CORPOELEC les dé la gana, pudiendo ser seis o 36 horas, igual les da…
Este es el día a día de un maracucho sano que anda por estas calles, no quiero ni imaginar el día a día de los enfermos que deben permanecer en los hospitales, no les queda más que encomendarse a Dios.
No hablemos de las escuelas, ya sean públicas o privadas, y con un horario de 7 a 10 de la mañana con electricidad o sin ella, se viola el derecho constitucional a la educación.
¿Y si hablamos de los alimentos? pongamos a volar la imaginación, ¿cómo se puede comprar carne en Maracaibo? ¿Quién garantiza que ese rubro esté en buen estado y con la refrigeración necesaria? ¿Cuántos sueldos se necesita para volver a llenar tu refrigerador de carne, después que la que tenías se ha dañado por falta de electricidad?
Esas preguntas fácilmente pueden responderlas los enchufados, ellos no padecen lo que vivimos los ciudadanos comunes y corrientes, para ellos es muy fácil obtener una planta eléctrica ya que, si no la compran, las expropian y listo, además, muchos de los circuitos donde ellos viven no les quitan la electricidad.
El día 15 de mayo la vicepresidenta Delcy Rodríguez, visitó la ciudad para traer 50 plantas eléctricas e insumos eléctricos para CORPOELEC, esperemos que verdaderamente lleguen a las manos correctas y darle el uso apropiado.
Los maracuchos comunes y corrientes sufrimos y vivimos día a día las torturas de este régimen usurpador que, lo único que nos ha dejado es sufrimiento y desgracia. Mientras el pueblo sufre la tortura del Apagón, a ellos se les ve instalados en hoteles cinco estrellas. Nuestro pueblo pasa horas en colas, para conseguir un autobús, mientras ellos desfilan exhibiendo sus camionetas negras y blindadas, burlándose del sufrimiento ajeno.
Pero como a cada cochino le llega su diciembre, y ellos no están exentos de ello y, el cese de la usurpación llegará, también pagaran el profundo daño que le han hecho a este pueblo noble, y a la ciudad que han odiado desde siempre, porque nunca se les arrodilló, al punto de irla desapareciendo poco a poco queriendo convertirnos en zombi, por no poder dormir obligándonos a huir a otras tierras tanto fuera como dentro de Venezuela, porque aunque estamos convencidos que la crisis es general, sabemos que la que se vive en Maracaibo es sin precedentes.
Pero aquí estamos y aquí seguimos, apoyando la Operación Libertad, porque estamos convencidos que sin cese de usurpación, ¡no hay patria!
Algún día se dirá “yo caminé al lado de un maracucho”, porque los maracuchos ahora somos una leyenda.
seryhumano.com / Esther Perozo*
*Secretaria General de Unidad Visión, Zulia (Venezuela)