Por Luigi Butera

“Tus juicios son grandiosos e inexplicables. Por eso, la gente que no los aprende se equivoca”
Sabiduría 17:1
Enseñar los valores noes una tarea opcional: es de suma importancia y urgente. La sociedad se mueve entre injusticias, robos, secuestros, violencia de todo tipo. Ya ninguno se siente seguro: ni en la calle, ni es su propia casa.
Es difícil encontrar personas honestas, que traten con justicia, amabilidad y caridad.
Es una ilusión pensar que el mañana será mejor o que el próximo gobierno ofrecerá mejor posibilidad de vida.
No hay justicia en los que la deben administrar; no hay honestidad en los que deben hacer observar la ley. La sociedad está gravemente enferma, porque no ha habido escuelas donde se enseñen valores, sino antivalores y formas que incitan al desenfreno de las pasiones; ahí está prohibido hablar de Dios.
El hombre, más que en el pasado, es un ser que para realizarse necesita un largo período de educación. La diferencia que hay entre un analfabeta y un universitarios, es la que hay entre quien recibió una buena formación y quién no.
Toda maldad, que hace hoy imposible la vida, se debe a la mala educación que han recibido los hombres desde su niñez.
Los malos profesores, en muchos casos son: la televisión, el internet, la radio, la prensa, la moda, la música, los colegios “laicos”, que han excluido a Dios.
Nadie puede objetar sobre lo bueno e importante que son los medios de comunicación, ya mencionados. Lo dañino está en el mal uso que se está haciendo de ellos. Estos medios son invenciones tan grandes y tan influyentes en los hombres, que en poco tiempo han cambiado profundamente la forma de pensar y actuar de la sociedad. Lo que ayer horrorizaba a la mayoría de los hombres, hoy es aplaudido. ¿Eran ideas equivocadas las de ayer? ¿Son mejores las de ahora? La respuesta la encontramos en la sociedad de hoy, en donde hay más corrupción, más deshonestidad, más violencia, más depresión, menos paz en los corazones, en las familias, en la sociedad y en el mundo.
¿Por qué, si tenemos avances científicos de grandes utilidades, se sufre más? ¿No será por la soberbia de “saber” y “tener”, que nos aleja de Dios? Es evidente que los hombres, en su mayoría, se han alejado de Dios por su forma de pensar, contraria al Evangelio, por el desenfreno del egoísmo, que quiere gozar sin importar las necesidades de los demás.
Lejos de Dios, se vive lejos del verdadero amor y, consecuentemente, hundidos en la depresión o en la desesperación.
En las enfermedades, hay que buscar siempre las causas para curarlas. En esta grave enfermedad, en la que está postrada la humanidad, la causa es la lejanía de Dios por la formación materialista y hedonista que han dado los medios de comunicación y los colegios “laicos”.
Si queremos que se restablezca la salud de la sociedad, hay que educar, inculcando verdaderos valores mediante los medios de comunicación, en colegios y universidades.
Esto exige decisión y sacrificio, como una intervención quirúrgica ante una enfermedad grave.
Para lograrlo, los bien pensantes, debemos poner de nuestra parte: los políticos, con cambio de actitudes y leyes; los capitalistas, favoreciendo programas con valores, aunque esto suponga menos ganancia por no usar propaganda llamativa por su inmoralidad; la iglesia, enseñando el Evangelio con más fervor, austeridad y testimonio.
¿Cuáles valores son los más urgentes que hay que enseñar?
He aquí una breve lista:
- Ser amantes de la verdad y de la justicia.
- Saber pedir perdón y perdonar.
- Ser constructores de la paz y el progreso.
- Respetar a los demás como queremos que nos respeten.
- Ser personas agradecidas con los que nos ayudan: papás, profesores, médicos, autoridades.
- Conocer y observar las leyes.
- Conocer y vivir la palabra de Dios, que es fuente de todo valor.
seryhumano.com / P. Luigi Butera
Tomado de Revista Inquietud Nueva