Por Linda Kiklikian
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Despertar sintiendo Tú presencia agradable y bendita nos llena el corazón de gozo.
Gracias Espíritu Santo por estar a nuestro lado siempre, aunque a veces lo olvidemos.
Perdónanos dulce Señor.
Gracias Jesús porque lo has enviado a darnos esperanzas y consuelo al llamarnos diciéndonos: “¡Despierta! ¡Despierta! ¡Levántate, Jerusalén! El SEÑOR estaba muy enojado contigo y te castigó. Era una copa que tenías que beber. La has bebido hasta la última gota, hasta emborracharte. De todos los hijos que tuviste, no hay ni uno que te guíe; de todos los que criaste, no hay ni uno que te lleve de la mano. Dos calamidades cayeron sobre ti: Ruina y destrucción, hambre y muerte. ¿Quién hará duelo por ti? ¿Quién te consolará? Tus hijos están débiles, están tirados en las esquinas de las calles, como antílope en una red. Están llenos de la ira del SEÑOR, de la amenaza de tu Dios. Por lo tanto, escuchen esto, los que están sufriendo; borrachos, pero no de vino. YAVÉ tu Dios y Señor, el que defiende a su pueblo, dice esto: «Mira, he quitado la copa de tu mano, la copa que hacía marear al pueblo. No beberás más de ella, la copa de mi ira. La pondré en las manos de los que te atormentaban, los que te decían: “Agáchate que vamos a caminar por encima de ti”. Tú pusiste tu espalda como si fuera el suelo de una calle para que ellos pasaran por encima»«(Isaías 51:17-23).
Si Padre Nuestro tu pueblo, tus hijos necesitamos que intervengas y hagas justicia.
Padre solo Tú conoces los corazones de los hombres y solo Tú conoces sus hechos.
Solo Tú tienes el derecho, la sabiduría y el poder para juzgar a todo hombre y darle a cada uno según sus acciones, sus caminos y sus obras.
Gracias porque, aunque ahora estamos en tiempos difíciles, podemos descansar en Ti puesto que nos dices que actuará tu justicia en esta ciudad, en este país y en la tierra entera.
Gracias amado Dios Padre por tu invencible amor, sabia justicia y todopoderosa acción en favor nuestro de los que verdaderamente te amamos y lo demostramos obedeciendo tus preceptos por fe y amor a Ti.
Todo te lo agradecemos en el precioso nombre de Jesucristo nuestro Señor amén y amén.
DIOS NOS BENDIGA
seryhumano.com / Linda Kiklikian