Oración

por Linda Kiklikian

Oh, Padre maravilloso y fiel   gracias por estar hoy cuidándonos nuevamente, gracias por tu justicia: «Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.” (Salmo 84:11-12).

Padre Santo estamos convencidos que aunque algunas personas piensen que no vale la pena buscar la integridad y la santidad en su vida, porque ven que los malos no reciben su merecido, sino que andan muchas veces en la desfachatez de la impunidad, nosotros sabemos Señor que Tú les adviertes a todos aquellos que, desviando su camino, pretendan prosperar a través de la violencia, el soborno, la corrupción, o tantas de las actividades ilícitas que hoy conocemos.

Señalas que, aunque por un tiempo las cosas les resulten bien, tarde o temprano caerán y serán despojados de todo, tendrán que huir de sus tierras y dejar a sus familias, y lo que es más duro aún, se convertirán en vidas sin trascendencia eterna, de repente desaparecerán y nadie deseará ni acordarse de ellos. Dices que todo esto les pasará si no piden perdón en el nombre de Jesucristo arrepintiéndose de corazón y cambian de vida. 

Gracias Padre Santo porque nosotros sabemos que, en el Manual de Vida, la Biblia, Tú nuestro Dios nos ratificas que hay enormes recompensas para la persona de bien. Aquellos que entre nosotros,  confiamos plenamente en Ti Dios, y buscamos agradarte, guardándonos del mal, si retenemos nuestra integridad, nos mantenemos con una conducta intachable e irreprensible delante de los hombres, y delante de ti Dios, porque así podremos disfrutar de las  extraordinarias bendiciones que nos tienes reservadas como tu protección, tu gracia y gloria, tu bendición integral y el gozo que regocija el corazón.

Te damos gracias porque has dispuesto felicidad y prosperidad para nuestro gozo y alegría eterna. Enséñanos por tu Santo Espíritu, a ser sabios, a confiar en ti, a guardarnos en integridad, comunicando un testimonio vivo y real, que cautive muchos corazones para que se acerquen a ti.

Nuestra única fuerza eres Tú, Tú eres nuestro Dios y dueño, en ti encontramos protección, gracia, bendición y gozo. ¿A quién tenemos en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseamos en la tierra, la roca de nuestro corazón eres nuestro Dios.

En el precioso nombre de Jesucristo; amén y amén.

DIOS TE BENDIGA.

seryhumano.com / Linda Kiklikian