Una nude,
un simple detalle que se hace en privado,
un detalle que suele ser una acción común en nuestras vidas,
con el exquisito aditivo del deseo compartido con una persona especial,
con la perversión y el temor de compartir de forma deliberada la desnudez de tu cuerpo con esa persona especial.
Una nude no es otra cosa que una foto de tu cuerpo desnudo,
tal vez, semidesnudo,
incluso a veces,
de solo una parte de tu cuerpo,
donde la protagonista es la piel descubierta,
donde la magia del deseo y la perversión consiguieron un cómplice travieso para alimentar la pasión.
No se trata de tener fotos en una carpeta privada y enviarlas sin contemplación,
tampoco es agradable o adecuado que sean enviadas a todas y todos sin ningún pudor,
se trata,
de por un instante llevar al siguiente nivel,
esa inmejorable relación.
Ese delicioso nervio,
esa increíble sensación de darte cuenta de lo que está pasando,
la conversación ha tomado colores diferentes a los habituales,
ya no se habla desde la prudencia,
ya no hay sugerencias,
ya no se juega con la idea,
incluso se dejó de disfrazar las palabras,
el reloj avanza y avanza y no hay forma de despegarse de esa pantalla.
Está adentrada la noche,
la conversación ha pasado por varios estados,
en este momento,
ya se habla directamente del deseo,
ese, exquisito y mutuo deseo,
de lo increíblemente hermoso que será compartir la piel,
tal vez, incluso se endurece un poco la cosa,
y la contraparte comienza a sentir,
si, sentir un poco de esa humedad fuera de lo habitual.
Está pasando…
Existe un poco de nervio al hablar,
las ideas están realmente claras,
“ojalá estuvieras aquí”,
“¿Si supieras cómo me tienes?”,
“un beso no será suficiente al vernos”,
“debemos ir a un sitio donde podamos estar solos”,
las ideas…
las ideas pasan la barrera de las ropas…
“Deseo tocarte mientras beso tus labios”,
“quiero tener tu piel entre mis manos”,
“mi deseo es evidente”,
“mi mano es instrumento de placer”,
“¿Qué tienes puesto en este momento?”,
“¿Puedo ver?”,
“¿Quieres verme?”…
La conversación dejó de ser conversación,
ya no se habla siquiera de amor,
la piel es protagonista,
el deseo,
se ve y se siente a simple a vista,
llega esa subjetiva foto un poco tímida y precavida,
un foto divina,
una foto muy subjetiva,
ese tipo de imágenes que son precuela de lo que realmente quiere la vista.
Las fotos viajan en dos direcciones,
un pezón “se escapa“ sin pretensiones,
El deseo aparece descarado en la fotografía,
porque la ropa poco a poco se encuentra perdida.
ya no hay nada de ropa en nuestra interacción,
solo hay deseo, fotos y notas de voz,
siempre existe quien toma el control,
y poco a poco dirige la acción.
Siempre hay calor y sonidos muy raros,
siempre hay deseos y juegos de manos,
ya no hay pudor ni vergüenza alguna,
viajan las fotos y videos sin pena ninguna.
Hay mucho juego con la mente y el placer,
hay mucho morbo y rico proceder,
y cuando llegó el momento de explotar,
ni uno ni el otro quieren acabar.
La imagen es fuerte e impactante,
haber logrado eso es bastante interesante,
la humedad de ambos ahora es bastante.
Viene un poco de pena y remordimiento,
pero que rico de verdad el placer del momento.
Tal vez esto nunca vuelva a pasar,
o tal vez mañana a la misma hora y por el mismo canal.
Gracias por permitirnos el deseo,
ahora el amor y la ternura vuelven al ruedo,
porque el amor y la pasión siempre van juntos de la mano,
porque el amor es rosa y hace un rato quedó de lado,
se vivió sin miedo el rojo de la pasión,
y ahora es momento de tratarse con amor.
Puedo desearte porque de verdad te amo,
puedo amarte por cómo nos hemos deseado,
puedo amarte y desearte como un complemento,
a todo lo que siento por ti en cualquier momento.
Las nudes, no están de moda,
las nudes y las sesiones de perversión,
son parte del ahora.
Los poetas siempre hemos escrito al amor y al deseo,
escribirle a la piel siempre ha sido todo un reto,
porque no solo tienes que gustarme y despertar el deseo,
porque eso puede lograrlo cualquiera en un momento.
Tiene que haber complicidad, amor y pasión,
tienes que ser tú, la cosa de mi inspiración,
porque no es lo mismo mirar a los demás,
cuando lo que quiero es estar contigo y nadie más.
Y no se trata de mostrarse a cualquier interesado,
porque el cuerpo desnudo debe ser realmente atesorado.
Se trata realmente de hacer el amor,
entre una nude y otra,
con mucho deseo,
con mucho amor,
con algo de travesura,
y con mucha, pero mucha…
Pasión.
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