Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12
Dios, a tu palabra me acojo, tu presencia es mi refugio, el lugar donde siento paz y tu abrazo fraterno me recuerda que me amas hasta el infinito.
Gracias por este nuevo día Señor, gracias por tu bondad, por protegerme en los momentos de angustia, por cuidar los seres que amo, por librarme del peligro, por sembrar en mi corazón la esperanza de vivir en ti, lleno de tu amor.
¡Bendito eres Rey del Universo!
Dios, de ti recibo fuerzas para la batalla de la vida, amor para caminar con convicción hacia la consecución de mis proyectos, el deseo de soñar y salir en busca de esos sueños.
Bendito eres por siempre mi Señor.
Dios, te pido con piedad que mantengas en tu santo regazo a mis familiares y amigos difuntos, llénalos de tu paz mi Señor.
Amén, amén y amén.
¡DIOS NOS BENDIGA!
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Padre Nuestro en latín – Pater Noster
Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a Malo.
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