“Yo me acosté y me dormí; desperté, pues el SEÑOR me sostiene”.
Salmos 3:5
Despertar
Dios, de infinita majestad, gracias por mi despertar.
Gracias por los dones que me dan lo suficiente para lograr mi misión de vida, porque tu santidad colma mi corazón y el de todos tus elegidos, de quienes creemos en ti, en tu misericordia, justicia y amor que engrandece nuestras almas.
Porque esa es Tú voluntad, porque mis alegrías son las tuyas, mis logros son para tu gloria mi Dios.
Gracias por cada oportunidad que la vida me da, por los dones que tengo, mi fuerza está en ti al igual que mi fe y que todo lo que espero Tú lo tienes para mí.
Gracias Dios. Amén, amén y amén.
¡DIOS TE BENDIGA!
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Padre Nuestro en latín – Pater Noster
Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a Malo.
seryhumano.com / Juan Kiklikian
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