Por Yosmar Herrera de Kiklikian
Viernes 2 de diciembre de 2022

Newsletter de seryhumano.com
Ordenan que se suspenda la vacunación contra el covid en bebés y niños en Argentina
«Debe interrumpirse la inoculación de los menores hasta tanto se garantice el acceso a la información sobre efectos adversos, contraindicaciones, y riesgos conocidos y potenciales del producto al momento de aplicar la inyección».
“Con la medida cautelar queda resguardado el derecho a la información de las personas, hasta tanto se resuelva en definitiva un asunto que es muy delicado: si corresponde o no aplicar esta vacuna”, algo que deberá ser determinado al momento de la sentencia para la cual se requiere previamente de toda la producción de pruebas de ambas partes, detalló el juez Federal Alfredo López en diálogo con La Prensa
¡Bravo! Hasta que el sentido común se asoma entre los jueces.

Izquierda catalana impone en escuelas guía de masturbación desde los 3 años
Los planteles están obligados a dictar el “taller de sensaciones” a los alumnos de segundo ciclo de Educación Infantil (de 3 a 5 años), así como a los estudiantes de tercer y cuarto curso de Educación Secundaria, cuyas edades oscilan entre los 12 y 16 años. En las guías se recomienda permitir el uso de objetos del aula, como plumas, telas o cepillos, para «acariciar o masajear a algún otro niño del grupo».
Este programa sexual que promueve la masturbación en escuelas entre niños de tres años, el consumo de pornografía entre niños de ocho años, el sexo oral entre adolescentes de 12 años y juegos que intentan desvincular la asignación de género de los genitales ya está en un millar de centros educativo. [Acá todos la noticia completa]
Como dice Cristina Martín Jiménez: “La ideología de los satánicos de la Agenda 2030… «Y serás feliz».”

Latinoamérica: ¿la izquierda se consolida?
Latinoamérica está inmersa en un proceso de fuertes cambios, la izquierda se ha afianzado. ¿Estamos presenciando la continuación del fenómeno que comenzara en 1999 con el triunfo de Chávez? Esta vez los gobernantes son más heterogéneos, lo cual no debería impedir que se cierre un largo historial de injerencias de EE. UU. y, por tanto, excluir la posibilidad de golpes de Estado. América Latina es zona de paz, ¿será posible consolidar la idea bolivariana de la Patria Grande?
En el siguiente video se explica tal tesis:
Entonces, ¿Todo inició con el Comandante Eterno» o con el Comandante Fidel?

El malestar no es un cuento chino. Por Luis Sánchez-Merlo
El malestar empezó en iPhone City, un enorme complejo industrial, donde se encuentra la mayor fábrica de iPhone en el mundo. Situado en la ciudad de Zhengzhou, provincia de Henan —el granero de China— cuna del tai chi, arte marcial muy popular, practicado en la actualidad por varios millones de personas en el mundo entero.
Propiedad del mayor empleador privado del país, Foxconn, una firma taiwanesa, principal subcontratista de Apple desde 2017, realiza el ensamblaje final, pruebas y embalaje, proceso que requiere alrededor de 400 pasos para montar el iPhone, cuya producción diaria es de 500.000 smartphones y coincidiendo con el lanzamiento en otoño del nuevo modelo, emplea a 350.000 personas.
El aumento de casos de covid había forzado un confinamiento en la fábrica y buen número de empleados huyeron, regresando a sus casas en autobuses y camiones. El éxodo, televisado, pronto se convirtió en paradigma de la perturbación provocada en sectores clave de la economía, por la política de “covid cero”.
Como consecuencia del pánico extendido, Apple anticipó un descenso de entregas del modelo iPhone 14, debido a la interrupción de la producción.
Lo que se publicitaba en los meses de verano: «Estamos reclutando a la flor y nata de la sociedad. Tu personalidad debe ser optimista, tu trabajo diligente», mutó en violentas protestas, sofocadas por policías antidisturbios desplegados en la planta.
El confinamiento absoluto en casas y lugares de trabajo; el cierre de ciudades enteras cuando se detectan casos positivos o brotes de coronavirus; la falta de movilidad; el declive económico de las familias; los niveles récord de paro juvenil y un mercado inmobiliario derrumbándose, son causas mediales del descontento que ha empezado a salir a la luz en una docena de ciudades chinas.
Hace apenas un mes, los titulares de los medios internacionales se centraban en la consolidación del poder de Xi Jinping, ungido como el gobernante más poderoso de China, desde Mao Zedong (fundador del Estado comunista en 1949 y conductor del país durante un cuarto de siglo).
Jinping se aseguró un tercer mandato, rompiendo el límite de dos, establecidos para evitar los excesos de la tumultuosa Revolución Cultural (1966-76), bajo la cual Xi sufrió cuando era joven.
Eliminó cualquier intento de oposición política, como visualizó con el desprecio a Hu Jintao (79), su predecesor en el liderazgo del partido al que, visiblemente desorientado, dos asistentes tuvieron que ayudar a ponerse en pie.
El Congreso del Partido Comunista Chino —2000 delegados vestidos todos igual, con máscaras quirúrgicas azules— fue un éxito personal para Xi, rodeado de leales que él eligió para ser instalados en puestos clave del Politburó.
En su discurso inaugural, Jinping mostró su determinación de mantenerse en la senda actual, frente a los desafíos nacionales e internacionales, “solo hay una voz”, prometiendo continuar con su línea dura en economía y Taiwán.
Poco dura la alegría en casa del pobre. Justo en el momento en que Xi Jinping estaba viviendo su apogeo político, tanto en clave nacional —victoria aplastante en el XX Congreso del Partido Comunista Chino— como internacional —figura clave y referencia en la reunión del G20— brotó el descontento.
De pronto, un dolor de cabeza: las protestas en ciudades y campus universitarios han sacado a miles de jóvenes a las calles, para condenar las políticas de «covid cero” que incluyen: estrictos cierres; pruebas obligatorias; largas cuarentenas, así como la censura de la disidencia.
Por primera vez en décadas, bajo un intenso control policial y el frío afilado a las puertas del invierno, las ciudades se han poblado de indignados por las medidas de aislamiento, que gritan a favor de la libertad y la democracia.
Y lo han hecho pacíficamente, manteniendo en alto un humilde trozo de papel en blanco, convertido en símbolo de las protestas, después de que las autoridades prohibieran eslóganes y frases asociadas al movimiento de protesta masiva de 2019, cuando la ciudad se paralizaba y los funcionarios reprimían violentamente a los manifestantes.
Pero el gesto del papel no es solo una declaración sobre el silenciamiento de la disidencia, sino también un desafío a las autoridades, como si dijera: «¿vas a arrestarme por sostener un cartel que no dice nada?».
Esta hoja en blanco en las manifestaciones chinas, como alerta —contra las promesas de soluciones mágicas y por la fuerza— se une a nuevos símbolos usados como emblemas de protesta: los paraguas en Hong Kong, los patos de goma de Tailandia y las flores de Bielorrusia.
Posiblemente estemos ante los disturbios más graves y de mayor alcance, desde las manifestaciones prodemocráticas —semillas de amapola— de la plaza de Tiananmen de 1989, que el gobierno reprimió brutalmente con la fuerza militar.
Sin que se haya aclarado su responsabilidad en la extensión del virus, el ambiente policial y de delación que Xi ha instaurado en la sociedad, unido a las pésimas condiciones higiénicas de aquel país, son indicios de algo más profundo.
Las autoridades chinas han preferido utilizar sus vacunas —que no funcionan— a importar las vacunas ARN, de modo que no han dudado sacrificar la libertad y la salud de su población.
¿Por qué harían esto? Para seguir manteniendo el formidable superávit comercial que China tiene con Europa.
Empieza a circular un conventional wisdom (término acuñado por el economista John K. Galbraith en su obra La sociedad opulenta, para describir ideas o explicaciones aceptadas como verdaderas por el público), según la cual las infecciones chinas por COVID, que han alcanzado un nivel récord, estarían siendo la excusa para externalizar un profundo brote de malestar social, el de una clase media, fuerte, que se harta de vivir sin libertad.
La tendencia de las grandes potencias a ampliar sus capacidades militares —misiles hipersónicos, aviones furtivos, programas navales y espaciales—, va más allá de lo que sus economías pueden soportar, tiene que ver con una proyección prematura del poder mundial y genera una tensión —potencialmente peligrosa— entre crecimiento económico y seguridad.
En su tercer mandato, Xi habría pensado centrarse en la seguridad nacional. Pero esta obsesión es susceptible de socavar los cimientos económicos de los que depende la fortaleza del país.
El absolutismo, más pendiente del control interno y los desafíos geopolíticos, chocaría con una economía dinámica —la segunda del mundo— que lleva cuarenta años (1980-2020) encadenando un crecimiento medio anual del nueve por ciento del PIB real.
Con una inesperada caída de las exportaciones —entre otras causas, como la implosión inmobiliaria— el crecimiento se ha ralentizado. El Fondo Monetario Internacional afirma que la economía china crecerá un 3,2% en 2022, lo que supone un descenso respecto al 8% de 2021.
La disminución de la población china en edad de trabajar y el rápido crecimiento de la población de adultos mayores; tendencia que es probable continúe durante al menos los próximos 25 años; es un legado de la política de un solo hijo.
Las persistentes interrupciones de la cadena de suministro, las presiones a la baja en el comercio mundial y el impacto de la guerra en Ucrania, suponen otros tantos desafíos para la nomenclatura china, emplazada a equilibrar el crecimiento económico con la seguridad nacional.
Sin contar el esfuerzo estadounidense —sin precedentes— para restringir el acceso de China a los microchips y a los equipos de fabricación de chips, lo que podría intensificar la guerra comercial por los productos de alta tecnología.
Estados Unidos no permitirá que China se convierta en una superpotencia tecnológica. Eso explica la reciente imposición de sanciones draconianas a la exportación de productos de computación y semiconductores avanzados fabricados en Estados Unidos, dirigido a estrangular los principales esfuerzos chinos en inteligencia artificial y computación cuántica.
La chispa que encendió la revuelta fue un incendio en un rascacielos de la región china de Xinjiang que acabó con la vida de 10 personas, mientras las redes sociales se ocuparon de correr el rumor de que el edificio estaba cerrado.
De nuevo, los excesos de las restricciones del coronavirus —que se alargan ya tres años— han unido a la gente, furiosa y harta, como ninguna otra causa en décadas.
Pero en un país donde la disidencia se sofoca rápidamente y la mayoría de la gente nunca ha tenido la oportunidad de protestar, muchos no estaban seguros de lo que debían pedir y mucho menos de lo que podría suceder.
Con su política “covid cero”, Xi and Co se enfrentan ahora a la más difícil de las opciones para una dictadura: cambiar — admitiendo el fracaso— o seguir con una política fracasada.
Una apertura repentina y completa provocaría muertes generalizadas y sobrecargaría el sistema sanitario. La escasa eficacia de las vacunas chinas, sumadas al bajo índice de vacunación evidencian que la estrategia covid ha fracasado.
Un cuento chino no es un engaño simple o evidente, sino una mentira ingeniosa, disimulada con promesas y palabras vanas.
Los disidentes armados de folios en blanco corean consignas en las calles de China —“No queremos pruebas PCR, queremos comer; no queremos encierros, queremos ser libres”— se rebelan a la inflexible política de restricciones y escuchan Do you hear the people sing?, lacanción de “Los Miserables”, himno de los oprimidos, en cualquier momento, en cualquier lugar, de cualquier manera.
El malestar no es un cuento chino al traducirse la protesta en más libertad y menos confinamientos.
Fuente: La Rebeión en la Granja

¿Hay certeza jurídica? Las advertencias que asoman frente al fallo de La Haya por el río Silala
El presidente de la República de Chile, Gabriel Boric, realiza un punto de prensa junto a ministros y parlamentarios, tras el fallo de la corte internacional de la Haya por las aguas del Silala.
Algunos expertos y académicos -que evaluaron el fallo del tribunal internacional respecto de la disputa por el cauce de agua internacional entre Bolivia y Chile- estiman que la poca contundencia de la resolución podría dar espacio a una persistencia del país vecino respecto del conflicto. Sin embargo, en opinión de excancilleres, sí otorga certeza jurídica.
En La Tercera explica que el tribunal señaló en la mayoría de los puntos que no había tal controversia -puesto que Bolivia a lo largo del juicio fue progresivamente allanándose a la postura chilena-, por lo que indicó que la disputa carecía de objeto y decidió no resolverla.
Recordemos que el 5 de mayo de 1996, diarios bolivianos acusaron la utilización de aguas bolivianas al denunciar que el Silala fue desviado artificialmente por empresarios chilenos, y que cualquier uso por parte de Chile debiera tener una compensación económica para el pueblo boliviano.
¡Es viernes! Y desearía tenerles un compendio de noticias que reflejaran un hermoso color de rosas del mundo, pero siempre va a depender del cristal con que se vea la realidad. Sin embargo, exhorto a mis queridos lectores que no se dejen amilanar y se aferren a la convicción de que somos seres que estamos en el mundo, pero no pertenecemos a él, aun cuando estemos aquí y nos veamos muchas veces en el predicamento de mejorar todo lo que nos rodea con los recursos y dones que poseemos.
Solo por hoy sonriamos y actuemos lo mejor que podamos.
¡Feliz fin semana!
seryhumano.com / Yosmar Herrera de Kiklikian
Si quiere recibir en su celular esta y otras informaciones y artículos descargue Telegram, ingrese al enlace htts://t.ime/seryhumano y dele clic a +Unirme